No hay Héroes pequeños, solo personas con grandes sueños

por marcia garcia

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El Gran Pequeño, es una película que hace reflexionar sobre cómo hacer de este mundo un mejor lugar, transmitiendo un mensaje positivo para todo aquel que tenga el privilegio de verla. Es una película que a través de las cámaras nos da una nueva perspectiva de ver el mundo, nos recuerda que hay esperanza de hacer de él, un mejor lugar para las futuras generaciones.


“La guerra destruye, la paz construye”. Nos enseña que con tan solo un pequeño detalle, una muestra de amor, se puede transformar el mundo para bien. Esta película demuestra que no se necesita de sexo y pornografía para hacer de una película algo “llamativo”, sino de recordarnos cuales son los verdaderos valores y principios que nos llevan a la felicidad y a alcanzar nuestros sueños. Sobre todo refleja la importancia que tiene la familia, siendo el amor de los padres el valor más importante para sembrar la semilla de la fe en los hijos, para que jamás dejen de creer que el bien es posible. Nos recuerda que dando un poco de nosotros a los demás –ayudando a quien más lo necesita- podemos alcanzar nuestra plenitud. 

Little Boy es un personaje que nos recuerda que todos debemos de ser como niños, no dejar de creer, no perder la ilusión, no dejar de soñar y no olvidar que existe la verdadera felicidad. El Gran Pequeño, es la esperanza vista desde los ojos de un niño que se convierte en un gran héroe para todos aquellos que viven alrededor de él. Una persona pequeña puede hacer grandes cambios si jamás pierde la Fe, la Esperanza y el Amor como respuesta a los problemas que enfrenta. Nadie es lo suficientemente pequeño como para no ser un héroe capaz de alcanzar sus sueños -solo se necesita creer y luchar por ello-. Nadie nació siendo héroe, pero todos nacimos siendo personas capaces de construir nuestros propios sueños y eso es lo que nos hace verdaderos héroes. Lo imposible es posible a través del amor. 

“Soñar en grande, cada quien desde su trinchera asumiendo su responsabilidad para hacer de este mundo un mundo mejor (…) Amar más y quejarnos menos (…) convertirnos en la mejor versión de nuestra persona” (Eduardo Verástegu).

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