Descansar y recuperar fuerzas, en definitiva, un tiempo que debe enriquecer a la persona y no precisamente llenarse de óseo y desaprovechar las oportunidades de hacer valer el tiempo de esparcimiento.
Con el trabajo, esfuerzo y orden para aprovechar muy bien el tiempo.
Estamos en la etapa final del año escolar en nuestro por lo cual nuestros hijos empiezan una etapa de vacaciones que no es sinónimo de haraganear o perder el tiempo en pereza.
La educación para el tiempo libre no se separa de la formación de
los valores humanos: obediencia, laboriosidad, reciedumbre, sobriedad,
generosidad, etc. En efecto, las actividades de tiempo libre han de ser ocasión para el desarrollo completo de la personalidad, como estímulo eficaz para la maduración personal.
Recuerdo un cartel gigante que colocaron cerca de mi trabajo que decía” el deporte fortalece la Voluntad!.
Es recomendable:
- Un horario personal durante las vacaciones con énfasis en la hora de dormir y de levantarse.
- Encargo en casa a cumplir durante el día.
- Practicar un hobby como pintura, armar aviones a escala, empezar el proyecto de una pecera, practicar un deporte, aprender a tocar un instrumento.
- Participar en un curso de vacaciones.
- Colaborar con las actividades familiares durante las vacaciones.
- Reacomodar los ambientes en los dormitorios, organizar las cosas personales
Al hablar “tiempo libre” nos referimos sobre todo al tiempo disponible. No destruyamos las rutinas y virtudes que estamos fomentando durante el año escolar en un par de meses.
La invitación es para que en estas vacaciones niños y jóvenes aprovechen para hacer buen uso del tiempo libre y a la vez fomenten virtudes.
Podemos encontrar cierto rechazo de los muchachos por encargarse de actividades enriquecedoras durante las vacaciones. Pero para ello les recuerdo un precepto invaluable; “Dadle a un hijo un propósito noble y conquistará el mundo”.
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