“Debemos aclarar que un Estado laico no es lo mismo que laicismo ni que Estado sin moral”
POR KARLA DE RODRIGUEZ
Algunos nos enteramos de una propuesta de ley para establecer la enseñanza obligatoria de la Biblia en las escuelas a la cual personalmente también me opongo. Seguramente otros supieron que se impulsó, en una supuesta “respuesta”, la iniciativa “Guatemaltecos por la defensa del Estado Laico” (GDEL) respaldados por la Asociación Guatemalteca de Humanistas Seculares (AGHS). Pero lo que no muchos saben es que éste fue solo un mecanismo con el que pretenden introducir leyes que atentan contra la libertad, la vida, el matrimonio y en consecuencia, la familia.
Debemos aclarar que un Estado laico no es lo mismo que laicismo ni que Estado sin moral. La religión y el Estado son diferentes pero en la praxis nadie es cristiano cuando no es ciudadano ni ciudadano cuando no es cristiano, éstas no son realidades “separables”. Yo tampoco estoy de acuerdo con que se enseñe la biblia en las escuelas, pero defender este tema definitivamente no era la finalidad de GDEL y la AGHS, sino solo parte de la estrategia para hacer otras demandas, como la mal llamada “Educación” Sexual.
GDEL invitó a Julián Cruzalta, representando a la organización proaborto ““Católicas” por el derecho a decidir” (CDD) que se opone a la Iglesia Católica, la institución más grande del mundo a favor de la dignidad de la vida desde la concepción y de la mujer y defensora de la verdadera libertad femenina, que nunca violentaría la vida de los más indefensos, los no nacidos.
Cruzalta, que se autodenomida “fray”, aunque hace muchos años abandonó a los dominicos (quienes lo han desautorizado públicamente), siendo diácono no sacerdote ni fraile, se presenta con traje eclesiástico haciendo planteamientos contrarios a la ley divina, a la ley moral y a la ley natural. Ha participado en otros países latinoamericanos promoviendo una agenda laicista, abortista y del lobby LGBTI -información verificable accediendo a los sitios y cuentas en redes sociales o consultando sus iniciativas a nivel mundial-. El adagio “El hábito no hace el monje” le queda perfecto.
El objetivo fue generar confusión mezclando verdades con mentiras, y no todas las personas tienen la formación para distinguir perlas en medio del lodo ¡Quisieron engañarnos deliberadamente!
Conviene explicar cómo funciona esto, de forma global, para leer entre líneas:
Primero se promueve la educación sexual, es muy fácil lograr la aceptación a sus planteamientos de “reducción de daños” (embarazos precoces, abuso sexual, etc.) en este país, propuestas que, sabemos, tienen efectos contraproducentes. Segundo, se promueven los mal llamados “derechos sexuales y reproductivos”, que no existen pero se promocionan como que sí y los asumimos como verdaderos. Logrado, se pasa el paso tres, donde se promueve la “despenalización” del aborto por excepciones y para ello se plantean razones “humanitarias”. “Miente, miente que algo queda” afirmó Goebbels, ministro de propaganda nazi. Como cuarto paso, se promueve la aprobación del aborto legal (a la carta) que se plantea como derecho con la bandera del feminismo.
Los invito a consultar los procesos en los países donde es legal el aborto. Es un principio sencillo: la gradualidad. La estrategia de CDD es confundir promoviendo una agenda que fomenta acciones que son públicamente conocidas como contrarias a la doctrina, usando citas bíblicas, fundamentos doctrinales, etc., sacándolos de contexto o explicándolos “a la medida del objetivo”. Estas estrategias han sido denunciadas por obispos y organismos a favor de la vida en muchos países, incluyendo el nuestro.
Un poco de su historia. Su primer presidente fue el exsacerdote, expulsado de los jesuitas en 1974, Joseph O’Rourke. De 1980 al 2007 fue la exreligiosa Frances Kissling, quien estuvo a cargo de uno de las primeros abortuarios en Nueva York y es fundadora de la Federación Nacional del Aborto.
De los 1,254 millones de católicos, ¿a cuántos representan? A mí no.
No se puede ser católico y proaborto, son excluyentes. No hay un ser humano, ni un colectivo autoproclamado católico, que pueda echar por tierra la Revelación, por más vueltas que le den a las Sagradas Escrituras, a la Tradición o al Magisterio de la Iglesia. Que lean los documentos pontificios que explican, promueven y defienden la vida, como: Humanae Vitae, Evangelium Vitae, Familiaris Consortio, Gaudium et spes.
Ninguna persona puede tener derecho a decidir sobre la dignidad de otra vida humana, a ser su “árbitro”, aunque esté temporalmente dentro de ella. No pretendan, usando inadecuadamente el nombre “Católicas” y con la bandera del feminismo, engañar a una población cristiana cuya fibra moral tenemos el deber no solamente de conservar sino de hacer crecer, por el bien común y por el respeto a la base de todo derecho humano: la dignidad.
Si no me diera la gana creerlo, no debo alzar mi bandera de bautizada para defender mis ideas equivocadas o para confundir a una sociedad suficientemente golpeada por una cultura light, hedonista y relativista, y promotora de antivalores.
”Católicas” por el derecho a decidir” es tan absurdo como “Pacifistas por el derecho a la guerra nuclear” o “Ecologistas por el derecho a la tala de árboles”. “La mona aunque se vista de seda…” ¡Que no nos vengan con cuentos!
GDEL invitó a Julián Cruzalta, representando a la organización proaborto ““Católicas” por el derecho a decidir” (CDD) que se opone a la Iglesia Católica, la institución más grande del mundo a favor de la dignidad de la vida desde la concepción y de la mujer y defensora de la verdadera libertad femenina, que nunca violentaría la vida de los más indefensos, los no nacidos.
Cruzalta, que se autodenomida “fray”, aunque hace muchos años abandonó a los dominicos (quienes lo han desautorizado públicamente), siendo diácono no sacerdote ni fraile, se presenta con traje eclesiástico haciendo planteamientos contrarios a la ley divina, a la ley moral y a la ley natural. Ha participado en otros países latinoamericanos promoviendo una agenda laicista, abortista y del lobby LGBTI -información verificable accediendo a los sitios y cuentas en redes sociales o consultando sus iniciativas a nivel mundial-. El adagio “El hábito no hace el monje” le queda perfecto.
El objetivo fue generar confusión mezclando verdades con mentiras, y no todas las personas tienen la formación para distinguir perlas en medio del lodo ¡Quisieron engañarnos deliberadamente!
Conviene explicar cómo funciona esto, de forma global, para leer entre líneas:
Primero se promueve la educación sexual, es muy fácil lograr la aceptación a sus planteamientos de “reducción de daños” (embarazos precoces, abuso sexual, etc.) en este país, propuestas que, sabemos, tienen efectos contraproducentes. Segundo, se promueven los mal llamados “derechos sexuales y reproductivos”, que no existen pero se promocionan como que sí y los asumimos como verdaderos. Logrado, se pasa el paso tres, donde se promueve la “despenalización” del aborto por excepciones y para ello se plantean razones “humanitarias”. “Miente, miente que algo queda” afirmó Goebbels, ministro de propaganda nazi. Como cuarto paso, se promueve la aprobación del aborto legal (a la carta) que se plantea como derecho con la bandera del feminismo.
Los invito a consultar los procesos en los países donde es legal el aborto. Es un principio sencillo: la gradualidad. La estrategia de CDD es confundir promoviendo una agenda que fomenta acciones que son públicamente conocidas como contrarias a la doctrina, usando citas bíblicas, fundamentos doctrinales, etc., sacándolos de contexto o explicándolos “a la medida del objetivo”. Estas estrategias han sido denunciadas por obispos y organismos a favor de la vida en muchos países, incluyendo el nuestro.
Un poco de su historia. Su primer presidente fue el exsacerdote, expulsado de los jesuitas en 1974, Joseph O’Rourke. De 1980 al 2007 fue la exreligiosa Frances Kissling, quien estuvo a cargo de uno de las primeros abortuarios en Nueva York y es fundadora de la Federación Nacional del Aborto.
De los 1,254 millones de católicos, ¿a cuántos representan? A mí no.
No se puede ser católico y proaborto, son excluyentes. No hay un ser humano, ni un colectivo autoproclamado católico, que pueda echar por tierra la Revelación, por más vueltas que le den a las Sagradas Escrituras, a la Tradición o al Magisterio de la Iglesia. Que lean los documentos pontificios que explican, promueven y defienden la vida, como: Humanae Vitae, Evangelium Vitae, Familiaris Consortio, Gaudium et spes.
Ninguna persona puede tener derecho a decidir sobre la dignidad de otra vida humana, a ser su “árbitro”, aunque esté temporalmente dentro de ella. No pretendan, usando inadecuadamente el nombre “Católicas” y con la bandera del feminismo, engañar a una población cristiana cuya fibra moral tenemos el deber no solamente de conservar sino de hacer crecer, por el bien común y por el respeto a la base de todo derecho humano: la dignidad.
Si no me diera la gana creerlo, no debo alzar mi bandera de bautizada para defender mis ideas equivocadas o para confundir a una sociedad suficientemente golpeada por una cultura light, hedonista y relativista, y promotora de antivalores.
”Católicas” por el derecho a decidir” es tan absurdo como “Pacifistas por el derecho a la guerra nuclear” o “Ecologistas por el derecho a la tala de árboles”. “La mona aunque se vista de seda…” ¡Que no nos vengan con cuentos!
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Bien dicho! Informándonos defendemos nuestra fe y nuestra Misión!! Dios la bendiga
Una gran verdad. Apoyo cien por ciento su criterio!!! Muy bien!!! Feliz Navidad, que
El Niño Dios bendiga su trabajo!!!Felicitaciones por tan claros conceptos!!!
¡Gracias por la explicación! No cabe duda que el mal tiene sus medios, pero el “bien”, bien explicado siempre prevalece.
Totalmente de acuerdo. Clara y real explicación de nuestra situación. Gracias por el artículo. Excelente que hayan personas e instituciones que se nieguen a tomar atol con el dedo y a defender lo que es. “Guarda el orden y el orden te guardará”. Las cosas son como son aunque no les gusten o acomoden a algunos.
Mi esposa y yo somos pro-vida, agentes pastorales de la Aquidiocesis de Lima -Peru. Muy interesados en segir formandonos y poder fefender mejor esta digna causa………..