De Sexo a Género, ¿Say what?

​En la actualidad, como sociedad, no estamos acostumbrados a meditar y pensar un poco más allá de lo evidente.
POR MARIA RENEÉ ESTRADA.
El objetivo de este artículo, más que buscar una respuesta, es una invitación a la reflexión personal. El mundo nos brinda tanta información que la mayor parte de las veces nos tragamos pero no nos tomamos el tiempo de digerir.

​La invitación también se extiende a buscar un tiempo, durante el día o la semana, para poner nuestra mente sobre asuntos trascendentales de la vida. Un tiempo para navegar las profundas aguas de nuestros pensamientos y poder ahondar y reflexionar en torno a ellos.  

¡Entrémosle pues! De un tiempo para acá se ha abordado y difundido muchísimo el tema de la ideología de género, sobre todo por las posturas que la enaltecen, muchas veces únicamente por ser políticamente correctos. El año pasado la temática de las uniones homosexuales fue un #TrendingTopic en todas las redes sociales, reuniones familiares y platicas cotidianas. Y es que lo que quiero abordar en esta ocasión es justamente como el “ser políticamente correcto” muchas veces hace mas mal que bien. Me explico; Existe una enorme diferencia entre respetar, tolerar y ser caritativos en temas tan delicados como la sexualidad de las personas o por el contrario, permitir, promover, enaltecer y darle rienda suelta a una ideología que es destructiva en sí misma.

La ideología de género es una corriente que promueve la desvinculación de la persona con su realidad humana. ¿Cómo? Creando un marco para un nuevo orden antropológico, basado no en el sexo específico de cada ser humano, sino en la opción sexual: el género. Para quienes creen y promueven este planteamiento, las diferencias entre niño y niña no radican en la naturaleza de su biología; Difunden, confusamente, que las diferencias entre sexos opuestos son cuestiones “impuestas” por la sociedad (léase familia, colegio etc.) En pocas palabras, para ellos yo soy mujer porque fui “obligada socialmente” a ser mujer.

La diferencia biológica indica, obviamente, que niños y niñas son diferentes. Por lo tanto los promotores de la IDG afirman, erróneamente, que es a raíz de esta “diferencia” que existe una desigualdad entre hombres y mujeres. Para ellos esta problemática tiene una única solución: anular las diferencias entre niños y niñas y actuar como si fuesen lo mismo, desprendiendo así a la persona de su realidad humana y creando un falso dualismo donde el cuerpo y el alma son elementos opuestos y contrarios.

Lo preocupante entonces, a mi criterio, es ¿hacia dónde nos puede llevar la imposición de la ideología de género en los currículos educativos? ¿Qué nos depara como sociedad si seguimos comportándonos como ciudadanos políticamente correctos que aceptamos, “por respeto”, que este tipo de cosas nos sean implantadas? Repito, como dije al principio, esto no se trata de estar en contra de nadie, ni de ser poco tolerantes con equis grupo determinado de personas, esto es más básico, más puntual y al mismo tiempo más global y general.

Un ejemplo claro de la dictadura que representa apoyar o promover esta ideología es el caso que se está viviendo en Nueva York actualmente, El lobby gay está de enhorabuena en Nueva York después de que la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad haya revisado las ordenanzas municipales introduciendo un código completamente restrictivo “contra la discriminación” pero que sólo favorece a este colectivo. […] El resultado del consistorio gobernado por el demócrata Bill de Blasio es una serie de medidas que afecta a todos los ámbitos de la vida y que incluye multas de hasta 250.000 dólares. Por ejemplo, si el dependiente de una tienda o un restaurante se equivoca al dirigirse a un cliente que hace valer su derecho a definir su “propio género” y exige ser tratado como “señora”, cuando es biológicamente hombre, el incidente será causa de sanción contra el establecimiento.”[1]
“Además, el lobby LGTB ha aprovechado esta serie de normas “contra la discriminación” para adoctrinar de manera general a los niños en las escuelas. […] Estas son algunas de las medidas que aparecen en el manual lanzado por la ciudad de Nueva York:
-Suprimir los baños y vestuarios diferenciados. Una de las principales medidas consiste en la eliminación de espacios que sólo puedan ser utilizadas por un sexo puesto que sería discriminatorio. Esto afecta a baños, duchas y vestuarios.
– Un todo incluido para los transexuales en el seguro de salud. Con esta nueva normativa municipal, todos los empresarios deberán cubrir los procesos médicos de transexualización así como otra serie de medidas médicas destinadas a ellos como el tratamiento hormonal, de entrenamiento de voz o la cirugía.
– Acabar con los códigos de vestimenta por sexos. La comisión que ha redactado el texto se ha puesto como objetivo poner fin a la “cultura de estereotipos sexuales y normas culturales” existentes. Por ejemplo, si un restaurante marca que las camareras utilicen falda, a partir de ahora también tendrá que exigírselo a los camareros. Igualmente, tampoco podrán requerir únicamente a los clientes masculinos que utilicen corbata en el establecimiento.”[2]

Las diferencias que existen entre hombre y mujer, entre niño y niña, no son cuestiones que fortalezcan la brecha de desigualdad entre los adultos de diferente sexo. Una cosa es la equidad que debe existir entre sexos: equidad de salarios, para encontrar trabajo, anular estereotipos, etc., esa equidad que es básica entre seres humanos según la DDHH; y otra muy diferente es promover una falsa “igualdad” anulando las características naturales en el ser humano. Son cosas completamente distintas, no hay que confundirse. Hombre y mujer, con sus diferencias, son seres complementarios. Esas riqueza en diferencias, únicas y positivas, hacen que tanto la masculinidad como la feminidad se sumen entre ellas, y juntas logren objetivos excepcionales. Es como el yin yang, todo se mantiene en equilibrio.
 
Definitivamente mucho qué pensar, mucho que ahondar, mucho que reflexionar… profundamente.

[1] http://www.actuall.com/familia/nueva-york-impondra-a-base-de-cuantiosas-multas-una-radical-normativa-de-ideologia-de-genero/

[2] Ídem.

One Comment

  1. Terapia de pareja-
    28 marzo, 2017 at 9:46 am

    Por completo,hablar de la cuestión de la sexualidad y preferencias sexuales es un tema que quizá no termine de consensuar con la normalidad o el deber ser de acuerdo a cada rol de género,sin embargo,es importante seguir educando al respecto para evitar la represión en quienes aún tienen romper la espectativa social por lo que esperan cumpla en su rol como hombre o mujer, pues esto lleva a una escena temporal en donde los personajes salen lastimados,o,por ejemplo, tienen una pareja,necesitan llegar al punto de la terapia de pareja para realmente afrontar la realidad.