“Nuestros hijos no recordarán detalles pequeños de la decoración del hogar, pero si recordarán los detalles pequeños y grandes que hemos tenido con ellos”
POR OSCAR PINEDA
Dentro de los afanes, una dirección proporcionada me lleva por la zona donde acostumbraba viajar para llegar a la universidad, en aquellos años dorados… donde al menos tenía 10 años de no pasar. Para mi sorpresa, me sentí como en un lugar que nunca antes había visitado viendo los grandes cambios que le hicieron al sector.
Así como esta anécdota, nos sucede que a veces nos quedamos pasmados al darnos cuenta que el tiempo avanza de forma inexorable. Y debemos de ser conscientes que es ineludible que como mortales todos debemos de pasar este tránsito terrenal.
Pasa el tiempo y es típico que como padres, tengamos la mala costumbre en el hogar de insistir sobre cosas que no tienen mucha importancia. Probablemente en el futuro nuestros hijos no recordarán cada detalle de la decoración de la casa, de qué color serán los adornos navideños este año, o que tan bonito era el jardín, las plantas y flores que tenía. Y así, una serie de cosas irrelevantes en las que nos enfocamos olvidando cosas importantes y trascendentales, como el hecho de una visita familiar, un día de convivencia, los juegos en familia y las veces que los cuidamos al estar enfermos.
Una realidad es que los niños miden el Amor. Cuando te piden que juegues con ellos, que los acompañes o cuando requieren tu atención. Basan su sentido de identidad, capacidad e incluso su autoestima en gran parte en las palabras con las que le hablas, es parte de su formación.
Tengamos presente que a los niños les encanta cuando somos amorosos, juguetones y espontáneos con ellos, y en esto no importa la edad. Que cuenten con padres responsables, que juegan, que sonríen, que se preocupan, que usa palabras asertivas, que es correcto con su actuar, que respeta y ama con sus actos, que sabe descansar, que sabe corregir, que sabe transmitir valores con su ejemplo.
Nadie dijo que ser padre o madre es una tarea fácil, pero es una tarea que vale la pena, y más aún que podamos ver que nuestro esfuerzo tiene su recompensa. Cómo aquellos padres que me encontré una mañana orgullosos de sus dos hijos ahora profesionales e íntegros.
Ánimo Familias, adelante que la labor es mucha y tiempo poco.
Así como esta anécdota, nos sucede que a veces nos quedamos pasmados al darnos cuenta que el tiempo avanza de forma inexorable. Y debemos de ser conscientes que es ineludible que como mortales todos debemos de pasar este tránsito terrenal.
Pasa el tiempo y es típico que como padres, tengamos la mala costumbre en el hogar de insistir sobre cosas que no tienen mucha importancia. Probablemente en el futuro nuestros hijos no recordarán cada detalle de la decoración de la casa, de qué color serán los adornos navideños este año, o que tan bonito era el jardín, las plantas y flores que tenía. Y así, una serie de cosas irrelevantes en las que nos enfocamos olvidando cosas importantes y trascendentales, como el hecho de una visita familiar, un día de convivencia, los juegos en familia y las veces que los cuidamos al estar enfermos.
Una realidad es que los niños miden el Amor. Cuando te piden que juegues con ellos, que los acompañes o cuando requieren tu atención. Basan su sentido de identidad, capacidad e incluso su autoestima en gran parte en las palabras con las que le hablas, es parte de su formación.
Tengamos presente que a los niños les encanta cuando somos amorosos, juguetones y espontáneos con ellos, y en esto no importa la edad. Que cuenten con padres responsables, que juegan, que sonríen, que se preocupan, que usa palabras asertivas, que es correcto con su actuar, que respeta y ama con sus actos, que sabe descansar, que sabe corregir, que sabe transmitir valores con su ejemplo.
Nadie dijo que ser padre o madre es una tarea fácil, pero es una tarea que vale la pena, y más aún que podamos ver que nuestro esfuerzo tiene su recompensa. Cómo aquellos padres que me encontré una mañana orgullosos de sus dos hijos ahora profesionales e íntegros.
Ánimo Familias, adelante que la labor es mucha y tiempo poco.
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