El derecho a tener familia es una realidad, pero tiene un límite.
POR JAVIER JUÁREZ
POR JAVIER JUÁREZ
El límite es el derecho de la otra persona, queriendo decir que con el ejercicio del derecho de una persona no se debe afectar el derecho de otro, como en el caso de la Fertilización In Vitro o FIV.
La FIV es un proceso científico que se ha popularizado como medio para solucionar –no curar- el problema de la infertilidad, sin embargo es una propuesta que mata –si, leyeron bien-. Permítanme explicar porqué.
El proceso es extracorpóreo, donde se extraen óvulos a la mujer se les implanta espermatozoides del hombre. A la unión del gameto femenino –ovulo- con el gameto masculino –espermatozoide-, se le llama fecundación. Es ahí donde comienza una nueva vida, esto está científicamente comprobado.
Esto en la FIV, se hace en un plato de vidrio y de manera artificial dentro de un laboratorio, eliminando la selección natural del esperma mas fuerte fecundando al ovulo listo en el momento oportuno, que sucede dentro del cuerpo con una relación sexual. Y estas nuevas personas en su proceso embrionario, se les cultiva por unos días en el laboratorio para que luego, algunos sean transferidos de manera artificial al útero de la mujer, otros que se consideran viables terminen siendo congelados, ¿y el resto?, pues se descartan.
Por lo general en la práctica In Vitro, se introducen tres embriones en el útero para aumentar la probabilidad de implantación y desarrollo, por lo que se aborta aquellas fecundaciones que ya no lograron implantarse, haciendo de este proceso uno que concibe al ser humano meramente como un producto y eliminando su dignidad.
Entonces, me nacen algunas preguntas que quisiera compartir; la primera ¿Qué pasa con las personas descartadas? – ojo, no dije producto sino persona, porque efectivamente lo son.-Estamos hablando de seres humanos que ya están en proceso de crecimiento, pero que por lo que llamarían “baja calidad biológica” se descartan y se matan. ¿No es esta la mayor forma de discriminación que existe? Por lógica, es como un crimen en masa. Es el exterminio del siglo XXI, donde primero se escogen a los incapacitados.
Y como abogado me pregunto, ¿constituye delito descartar embriones que no tienen la calidad para ser implantados en el útero? Me respondo yo mismo: es asesinato por alevosía.
“Según el Código Penal Español, hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra la vida, empleando medios, modos o formas en la ejecución que tiendan directa y especialmente a asegurarla, sin riesgo para su persona que proceda de la defensa que pudiera hacer el ofendido. La Alevosía es una circunstancia agravante en los delitos contra las persona. En el asesinato no se aprecia cual agravante genérica, sino como calificativa de dicho delito; lo propio que en el homicidio, por ella convertido en asesinato”.
El hecho de que estas personitas sean diminutas y no tengan voz, no significa que no tengan valor. Esta declaración precisamente es el motivo de este artículo. Porque la lógica de la humanidad es gritar por aquellos que no tienen voz. Un grito en contra de aquellos criterios pragmáticos de buscar lo útil, sin que importe verdaderamente la Persona Humana, y que redundan en una denigración de su propio ser, menospreciando el gran valor de su eminencia ontológica.
Pero para los que todavía dudan, hagamos además un análisis moral, donde se evalúa objeto, el fin y las circunstancias de un acto. Para que un acto sea moralmente bueno, los tres deben ser buenos. En este caso, el análisis moral del acto no se hace desde la fertilización in vitro per se, porque la fertilización in vitro no puede actuar. Pero bien que se puede hacer desde las personas que participan en ello.
Podríamos evaluar tanto al “padre” o donador de esperma, a la madre o el vientre en alquiler, que efectivamente por cumplir con un deseo aparentemente “bueno y noble” tendrán que hacerlo bajo las circunstancias equivocadas. O así mismo a quienes lo facilitan: Clínicas y médicos, que estarán descartando a seres humanos –que de otra manera solo necesitarían alimentación y tiempo para seguir su desarrollo natural- con dignidad y derechos, convirtiéndose en autores de un crimen, donde ejercen un torcido “control de calidad” sobre la vida de un inocente, todo en nombre de la ciencia.
Hago la salvedad que la moralidad no es un idealismo ni parte de un discurso religioso, es una realidad en todas las sociedades, que sirve tanto como base para leyes de bien común, como para el ejercicio del gobierno personal.
En mi opinión, lo que nos ha confundido es que hay muchísimos elementos disfrazados de “bondad” detrás de esta práctica, pero solo falta entender el proceso para realizar el daño y destrucción de muchos inocentes, por cumplir el deseo de un par que quisieran convertirse en padres, sin mencionar al resto de involucrados que lo hacen por negocio, hablando de una práctica que redondeando los cincuenta mil quetzales, sin añadir los costos de crio-conservación y donación de gametos sexuales.
La Data
Según la Universidad de Navarra, un proceso completo de Fertilización In Vitro se evalúa en cinco ciclos y para cada ciclo se utilizan tres embriones. Es decir que“en las parejas sin éxito se emplean 15 embriones y por lo general en las parejas mas favorecidas, nueve (aceptando que el embarazo se consiga al tercer ciclo). Esto equivale a un 4% de efectividad, que contrasta con las cifras de éxito de la naturaleza: se calcula que entre un 25% y un 65% de los óvulos fecundados naturalmente se implantan y provocan un embarazo que llega a término. En los casos menos favorables de FIV, el número de embriones perdidos se multiplica, y la efectividad es de sólo el 1%[1].
Considero que los medios no justifican el fin. Porque si así fuera se puede pasar encima de los derechos de otra persona para conseguir objetivos personales. ¿Por qué no pensar en la Adopción?
La FIV es un proceso científico que se ha popularizado como medio para solucionar –no curar- el problema de la infertilidad, sin embargo es una propuesta que mata –si, leyeron bien-. Permítanme explicar porqué.
El proceso es extracorpóreo, donde se extraen óvulos a la mujer se les implanta espermatozoides del hombre. A la unión del gameto femenino –ovulo- con el gameto masculino –espermatozoide-, se le llama fecundación. Es ahí donde comienza una nueva vida, esto está científicamente comprobado.
Esto en la FIV, se hace en un plato de vidrio y de manera artificial dentro de un laboratorio, eliminando la selección natural del esperma mas fuerte fecundando al ovulo listo en el momento oportuno, que sucede dentro del cuerpo con una relación sexual. Y estas nuevas personas en su proceso embrionario, se les cultiva por unos días en el laboratorio para que luego, algunos sean transferidos de manera artificial al útero de la mujer, otros que se consideran viables terminen siendo congelados, ¿y el resto?, pues se descartan.
Por lo general en la práctica In Vitro, se introducen tres embriones en el útero para aumentar la probabilidad de implantación y desarrollo, por lo que se aborta aquellas fecundaciones que ya no lograron implantarse, haciendo de este proceso uno que concibe al ser humano meramente como un producto y eliminando su dignidad.
Entonces, me nacen algunas preguntas que quisiera compartir; la primera ¿Qué pasa con las personas descartadas? – ojo, no dije producto sino persona, porque efectivamente lo son.-Estamos hablando de seres humanos que ya están en proceso de crecimiento, pero que por lo que llamarían “baja calidad biológica” se descartan y se matan. ¿No es esta la mayor forma de discriminación que existe? Por lógica, es como un crimen en masa. Es el exterminio del siglo XXI, donde primero se escogen a los incapacitados.
Y como abogado me pregunto, ¿constituye delito descartar embriones que no tienen la calidad para ser implantados en el útero? Me respondo yo mismo: es asesinato por alevosía.
“Según el Código Penal Español, hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra la vida, empleando medios, modos o formas en la ejecución que tiendan directa y especialmente a asegurarla, sin riesgo para su persona que proceda de la defensa que pudiera hacer el ofendido. La Alevosía es una circunstancia agravante en los delitos contra las persona. En el asesinato no se aprecia cual agravante genérica, sino como calificativa de dicho delito; lo propio que en el homicidio, por ella convertido en asesinato”.
El hecho de que estas personitas sean diminutas y no tengan voz, no significa que no tengan valor. Esta declaración precisamente es el motivo de este artículo. Porque la lógica de la humanidad es gritar por aquellos que no tienen voz. Un grito en contra de aquellos criterios pragmáticos de buscar lo útil, sin que importe verdaderamente la Persona Humana, y que redundan en una denigración de su propio ser, menospreciando el gran valor de su eminencia ontológica.
Pero para los que todavía dudan, hagamos además un análisis moral, donde se evalúa objeto, el fin y las circunstancias de un acto. Para que un acto sea moralmente bueno, los tres deben ser buenos. En este caso, el análisis moral del acto no se hace desde la fertilización in vitro per se, porque la fertilización in vitro no puede actuar. Pero bien que se puede hacer desde las personas que participan en ello.
Podríamos evaluar tanto al “padre” o donador de esperma, a la madre o el vientre en alquiler, que efectivamente por cumplir con un deseo aparentemente “bueno y noble” tendrán que hacerlo bajo las circunstancias equivocadas. O así mismo a quienes lo facilitan: Clínicas y médicos, que estarán descartando a seres humanos –que de otra manera solo necesitarían alimentación y tiempo para seguir su desarrollo natural- con dignidad y derechos, convirtiéndose en autores de un crimen, donde ejercen un torcido “control de calidad” sobre la vida de un inocente, todo en nombre de la ciencia.
Hago la salvedad que la moralidad no es un idealismo ni parte de un discurso religioso, es una realidad en todas las sociedades, que sirve tanto como base para leyes de bien común, como para el ejercicio del gobierno personal.
En mi opinión, lo que nos ha confundido es que hay muchísimos elementos disfrazados de “bondad” detrás de esta práctica, pero solo falta entender el proceso para realizar el daño y destrucción de muchos inocentes, por cumplir el deseo de un par que quisieran convertirse en padres, sin mencionar al resto de involucrados que lo hacen por negocio, hablando de una práctica que redondeando los cincuenta mil quetzales, sin añadir los costos de crio-conservación y donación de gametos sexuales.
La Data
Según la Universidad de Navarra, un proceso completo de Fertilización In Vitro se evalúa en cinco ciclos y para cada ciclo se utilizan tres embriones. Es decir que“en las parejas sin éxito se emplean 15 embriones y por lo general en las parejas mas favorecidas, nueve (aceptando que el embarazo se consiga al tercer ciclo). Esto equivale a un 4% de efectividad, que contrasta con las cifras de éxito de la naturaleza: se calcula que entre un 25% y un 65% de los óvulos fecundados naturalmente se implantan y provocan un embarazo que llega a término. En los casos menos favorables de FIV, el número de embriones perdidos se multiplica, y la efectividad es de sólo el 1%[1].
Considero que los medios no justifican el fin. Porque si así fuera se puede pasar encima de los derechos de otra persona para conseguir objetivos personales. ¿Por qué no pensar en la Adopción?
http://www.unav.es/cdb/dhbapfivet.html.
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