Esa sensación de desbordamiento y vivencia de que alguna circunstancia nos supera, se puede ver reflejada en niveles anormales de las hormonas que trabajan mes a mes en nuestra fertilidad
La respuesta es sí. Tú y yo somos seres integrales formados por cuerpo, alma (emociones) y espíritu, dimensiones que se interrelacionan todo el tiempo, por lo que si algo afecta a una de estas partes, afectará a las otras y viceversa.
No sólo somos un cuerpo; vamos acompañados de pensamientos, emociones, bloqueos, creencias limitantes que afectan a nuestro sistema hormonal.
Las emociones son, de alguna forma, neutras, no son malas ni buenas y cada una nos sirve para un propósito específico. Si mencionamos las emociones básicas, encontraremos que el miedo nos ayuda a protegernos de los peligros, la alegría nos brinda una sensación de bienestar y paz, el enojo nos permite defendernos y la tristeza nos permite reencontrarnos con nosotros mismos, haciendo una pausa en nuestras vidas.
Aunque la medicina se ha interesado poco en la correlación entre fertilidad y sistema nervioso, hay algunos estudios que muestran que es muy beneficioso un aprendizaje en el conocimiento de nuestras emociones, cómo regularlas, hacerlas conscientes y aprender a registrarlas. Es conocido el impacto del estrés en nuestro cuerpo y salud física.
Esa sensación de desbordamiento y vivencia de que alguna circunstancia nos supera, se puede ver reflejada en niveles anormales de las hormonas que trabajan mes a mes en nuestra fertilidad, ya sea porque suben o bajan los niveles precisos necesarios para que se de una menstruación o una ovulación óptima.
Aunque la fertilidad depende de muchos factores físiológicos, biológicos, hormonales, nutricionales, entre otros, también es cierto que se ve influenciada por el manejo que hacemos de la dimensión emocional en nuestro organismo. Esto puede ser una ventaja, si hemos aprendido a regular nuestras emociones, ya que contribuirán a mantener una fertilidad sana pero si alguna emoción o situación generalmente nos desborda y no hemos encontrado la forma de regularla saludablemente, puede llegar a impactar nuestra organismo y fertilidad.
Entonces a lo que debemos prestarle atención es a conocer nuestro cuerpo, volver a ver nuestra salud de forma integral, tomar conciencia de todo aquello que nos aleja de nuestra fertilidad natural. También es muy sano aprender a reconocer el tipo de emoción, cualquiera que esta sea, que nos provoque malestar, intranquilidad o desasosiego, impidiéndonos llevar nuestra rutina diaria o afectando nuestras relaciones interpersonales pues llegarán a afectar todas las dimensiones mencionadas y muy probablemente, provocarán cambios en nuestros ciclos de fertilidad.
Los Métodos Naturales de Reconocimiento de la Fertilidad (por ej.: FEMM) han ayudado a que cada vez más mujeres puedan tener también un aprendizaje sobre las emociones y su salud mental durante el ciclo menstrual, ya que además de registrar los signos de fertilidad observables (biomarcadores) también se registran los cambios en el estado de ánimo y las emociones que se experimentan en los diferentes días y etapas del mes.
Esto permite más conocimiento y control de nuestra salud mental y un posible reconocimiento temprano de cualquier situación que requiera un apoyo psicológico o tratamiento en esta área para lograr una salud integral. Por otro lado, los cambios hormonales que las mujeres experimentamos durante las etapas del ciclo menstrual juegan un papel importante en los cambios de humor y en algunas entidades clínicas como la depresión y la ansiedad.
¡Pero ese será tema para un próximo encuentro!
Referencias:
https://www.larazon.es/familia/la-infertilidad-tiene-mucho-de-bloqueos-y-emociones-que-afectan-a-nuestro-sistema-hormonal-KH17232181/
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