Por: Karly de Rodríguez, miembro de la Junta Directiva de AFI
Si me preguntaran qué es lo que a mi esposo le hace más feliz respondería que estar en casa, en familia. No creo que haya algo que disfrute más que eso. Y si me preguntaran qué es lo que le preocupa más en el día a día (podría haber dicho “qué es lo que más lo entristece”, pero no suele ponerse triste) es que le pase algo malo a sus hijos, a nosotros, a su familia.
Osman había visto en su papá el ejemplo de hombre de familia. Cuando uno es joven, no suele pensar cuánto trascenderá la relación paterno filial, cuánto impactará en el crecimiento en virtudes, en sus valores, en sus convicciones, en su fe y en su vida de piedad. No tiene idea de los efectos en la formación de su afectividad, en su visión de la sexualidad, del noviazgo, del matrimonio y la familia. Los padres tienen una gran responsabilidad en la formación de los que serán ciudadanos, trabajadores, novios, esposos, padres de familia, de ambos sexos. No lo pensamos cuando somos hijos y, muchas veces, tampoco lo pensamos cuando somos padres. Es verdad, los hijos ven, los hijos hacen.
Desde mi pubertad, ya no tuve papá en casa. Sé, por experiencia personal, lo que implica la falta del padre en la familia, pero sí tuve una madre extraordinaria y un abuelo que pudo suplir ese referente, ese afecto masculino, esa relación que construye un vínculo que no es indiferente. También tuve tíos siendo un apoyazo para mi familia, ¡tanto que agradecer!
Soy una mujer de fe, por eso doy gracias a Dios por el padre de mis hijos, que lucha por conciliar el trabajo con la familia, y que, en la madurez de la vida, valora mucho más cada instante compartido. ¡Hoy celebro su paternidad responsable! Vivir la responsabilidad como padre no es cerrarse a la vida, es hacerse cargo de un don que tiene consecuencias en la vida de otros. Esta formación la recibió en el seno de su propio hogar, con el ejemplo y con una formación en criterio que lo hizo un hombre sin doblez.
El gran reto para estas generaciones, comprender la libertad como la autodeterminación hacia el bien y la responsabilidad como la virtud de quien se hace cargo del uso de esa libertad, y es consciente de sus deberes, de sus obligaciones y actúa conforme a ellos. ¡Cuánta falta hace que nos empeñemos en formar a los hombres, desde pequeños, a ser padres responsables! Cuántos problemas sociales se podrían evitar.
¡Feliz día del padre! A quien está conmigo en esta aventura del uno con una para toda la vida; el padre importa, mucho.
¡Cuéntanos tus anécdotas con papá! Envía el tuyo a comunicacion@lafamiliaimporta.org.
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