El gobierno del presidente Jair Bolsonaro busca que la ONU defienda los derechos humanos “sin reduccionismos ni ideologizaciones”.
Este jueves, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votó la entrada de nuevos miembros al Consejo de Derechos Humanos (CDH).
El Consejo, creado en 2006, se compone con base a criterios geográficos. África cuenta con 13 escaños, Asia del Pacífico con 13, América Latina y El Caribe con ocho, Europa Occidental con siete y Europa del Este con siete.
Los miembros son elegidos por mayoría en la Asamblea General de la ONU. Dos de los escaños que corresponden a Latinoamérica debían renovarse. Uno de ellos es el que ostenta actualmente Brasil.
A pesar de una campaña pública para evitar que el gobierno de Bolsonaro llegara al consejo, Brasil se impuso con 153 votos de 193 Estados en la Asamblea General.
Un representante de la “mayoría silenciada”
Brasil se comprometió a defender el derecho a la vida, la familia, la libertad educativa y la libertad religiosa desde el organismo internacional, lo que motivó a las organizaciones a publicar una carta abierta firmada por 900 entidades el pasado 12 de octubre.
En la carta, los firmantes aseguran que “la voz que Brasil representa no responde únicamente al sentir de los ciudadanos brasileños”, sino a millones de latinoamericanos que desean que se defiendan los verdaderos derechos humanos.
El documento afirma que la posición del país gobernado por Bolsonaro de defender abiertamente el derecho a la vida y la familia es compartida por muchos países “hermanos” de la región, los cuales no “tienen un gobierno valiente que les represente” en el foro.
Además, se agrega que es “necesario” que en las discusiones del Consejo un país esté dispuesto a “levantar la voz por toda una mayoría que hoy es silenciada”.
Entre los firmantes, se encuentran organizaciones de padres de familia, de mujeres, académicos, estudiantes, profesores, juristas, parlamentarios, militares, bomberos, grupos ProVida y ProFamilia, sindicatos, instituciones educativas y comunidades religiosas, entre otras.
Entre los nombres que destacan está la Unión de Padres de Familia (México), la Asociación la Familia Importa (AFI), “Con Mirada de Mujer” (Argentina), la Alianza por la Familia (Honduras), el instituto de Investigación, Estudios y Formación sobre la Mujer (Chile) y casi un millar de organizaciones.
Por parte de Brasil, suscriben la Rede Nacional de Defesa da Vida y da Família, la União Nacional dos Legisladores Estatais, el Comitê de Proteção à Amazonia Legal, el Núcleo de Atendimento à Mulher, la União de Militares do Brasil, la Aliança da Misericordia, y la Rede Estadual de Ação pela Família.
Volver al origen
El Gobierno de Jair Bolsonaro ha mencionado que la prioridad de Brasil en el Consejo será “volver a los verdaderos derechos humanos, sin reduccionismos ni ideologizaciones”.
Un documento del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) y el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos (MMFDH) asegura que Brasil defenderá el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, el bienestar de la niñez y juventud, la protección de la familia y el cuidado de ancianos y personas con discapacidad.
Destaca también, la defensa de la libertad de conciencia religiosa, el derecho a un trabajo digno, a vivir libre de discriminación y violencia, especialmente, con enfoque hacia las mujeres.
“Durante mucho tiempo ha habido una dirección ideológica en la defensa de los derechos humanos, queremos defender derechos humanos reales y no banderas de grupos particulares”, se lee en el documento.
“Las principales directrices están vinculadas al fortalecimiento de las estructuras familiares y la exclusión de las menciones de género”, expresó Bolsonaro en redes sociales al anunciar la candidatura.
Venezuela también ganó un asiento
En medio de una crisis económica, política y social, el gobierno Venezuela también participó como candidato a un escaño, a pesar de los fuertes cuestionamientos sobre violaciones a los derechos humanos.
Por ello, a principios de octubre, Carlos Alvarado, presidente de Costa Rica anunció que su país participaría como candidato alternativo, argumentando que Venezuela no era un nominado “adecuado”.
La candidatura de Costa Rica fue respaldada por Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien expresó que sería “inadmisible” que Venezuela ocupara el puesto.
A este rechazo, se unió el ministro brasileño de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, quien expresó el apoyo de su país a la candidatura de Costa Rica.
Sin embargo, este jueves Venezuela alcanzó los votos suficientes para convertirse en un Estado miembro del Consejo para el próximo período, que inicia en enero de 2020.
Los 193 miembros de la Asamblea General votaron para elegir ambos puestos disponibles. De las tres opciones, Brasil obtuvo la mayor cantidad de votos con 153, Venezuela obtuvo 105 y Costa Rica se quedó en el camino con 96 votos.
Los miembros del Consejo pueden ser suspendidos en casos de violaciones graves. Libia es el único país que ha sido sancionado en 2011.
Los miembros del Consejo sirven por un período de tres años y no son elegibles para reelección inmediata después de servir dos mandatos consecutivos. Las representaciones actuales para Latinoamérica son Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Cuba, México, Perú y Uruguay.
Fuente: Actuall, ONU.
Elena Gaytán es una joven comunicadora, periodista y fotógrafa. Es Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad del Istmo y ha trabajado en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales. Posee un gusto especial por el periodismo cultural y la literatura.
Es directora de comunicación de la Asociación La Familia Importa, CFO y coordinadora de la plataforma literaria Tenet Ideas y fotógrafa en sus tiempos libres.
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