El Binomio que nos hace falta: Autoridad y Responsabilidad

Por javier juárez

El propósito de las siguientes palabras es reflexionar qué es autoridad, para exigirla a nuestros funcionarios públicos.

Es necesario entender qué es la autoridad, ya que de ella emana toda función de gobierno. “En sentido genérico es la potestad que ejerce una persona sobre otra u otras, y entonces se habla de la autoridad del jefe de Estado, del padre de familia, del marido, del maestro, del patrono, cada uno de ellos dentro de sus atribuciones legamente establecidas. En sentido más restringido y más corriente es la potestad que tiene una persona o corporación para dictar leyes, aplicarlas o ejecutarlas, imponiéndolas a los demás”1. Pero en este caso como se está hablando de la autoridad que emana de la función pública, se encuentra el concepto de “Autoridades Constituidas”, lo que significa que son “Los poderes que gobiernan a una nación o el conjunto de funcionarios que integran el Estado”2.

Así también, en sentido más amplio, se puede hablar de que autoridad es “el carácter o representación de una persona pos su empleo, mérito o nacimiento. Potestad, facultad. Potestad que en cada país ha establecido su constitución para que le rija y gobierne. Poder que tiene una persona sobre otra que le está subordinada. Persona revestida de algún poder, mando o magistratura”3.

La autoridad constituida es la que da un marco legal para actuar al funcionario público que quiere gobernar. Por lo que debe someterse a la ley y responder a la dignidad de su investidura. El optar por un cargo público observa una responsabilidad esencial al puesto. Esta responsabilidad radica en promover un desarrollo integral de cada persona que gobierna en su función específica al momento de ejercer el poder. Sin la observancia de este elemento se estaría coqueteando con el abuso de poder. Todo ejercicio de gobierno que menosprecie la justicia de su cargo no es autoridad. Es autoritarismo, entendido el mismo como el “abuso que hace de su autoridad la persona investida con ella”.4 Un ejemplo claro es la corrupción, la falta de integridad, la malversación de fondos, la indiferencia, la pasividad, la lentitud frente al derecho de petición administrativa, entre otros. Esta irresponsabilidad es una brutalidad contra la confianza que el ciudadano deposita en  el funcionario público.

Entonces, la autoridad es un concepto amplio que enmarca también el valor de la responsabilidad, que la hace razonable y propicio para la obediencia. En la gestión de gobierno es indispensable entender la autoridad no por el puesto de gobierno alcanzado por una elección democrática, sino más bien por el hecho de que la persona que lo alcanza responde a las exigencias de la ley y a las exigencias del gobierno de su pueblo y de cada ciudadano. El gobierno en autoridad observa la cualidad del funcionario público de RESPONDER a la demanda del pueblo, que no es más que servir a la sociedad con total esmero, dedicación y trabajo. Ese es, precisamente, el valor que dignifica el puesto de un funcionario público. Un funcionario público debe velar todos los días por aprovechar su tiempo por transformar al pueblo en un mejor país, es una máxima que se encuentra en el valor de la Justicia propia de un Estado de Derecho en el  cual vivimos.

El funcionario público administra los bienes del Estado en servicio del pueblo y no se sirve de los mismos para su propio interés. Este valor de honradez es básico para saber cómo luchar contra la corrupción.

El Estado a través del organismo ejecutivo es el encargado de administrar, ayudar colaborar con el orden social. Provocar el bienestar común y maximizar los recursos para satisfacer las constantes necesidades. Este ideal se vive en las decisiones constantes de cada persona que trabaja por y para el Estado. Por ello la tarea de un Funcionario Público es ardua, constante y con un objetivo claro: “mejorar la sociedad”.

Autoridad y Responsabilidad es un binomio que hace falta en el pueblo de Guatemala. En la Sociedad guatemalteca, todo ciudadano tiene el derecho de pedir funcionarios responsables y hacerlos cumplir conforme la Ley.

La realidad de la Autoridad es un valor que también es intrínseca a la norma jurídica, y que es elemental para que la ley sea obedecida por el ciudadano. Sin embargo este tema es motivo de otro artículo.

Votemos entonces por el binomio que nos hace falta: Autoridad y  Responsabilidad.

——————————————
1 Manuel Ossorio. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Editoria Heliasta. Argentina. 2004. Pág. 110.
2 Eduardo Pallares. Diccionario de Derecho Procesal Civil. Vigésima cuarta Edición. Editorial Porrúa. México. 1998. Pág. 112 y 113.
3 Diccionario de la Lengua Española. Grupo Editorial Océano. España. 1989.

4 Diccionario de la Lengua Española. Grupo Editorial Océano. España. 1989.


Imagen cortesía coyunturaeconomica.com

Comments are closed.