El corre y corre de la temporada

El calendario nos marca la temporada del año donde los buenos deseos florecen en donde los lazos de amistad y compañerismo se fortalecen. Regalos, convivios, cenas familiares, convivencia y armonía son temas para tratar.


Es una época para compartir y sin duda alguna es la temporada que deja guardada en nuestra memoria el mayor número de gratos recuerdos que perdurarán en nuestra vida. Pero a la vez es la época en que los gastos se elevan y la búsqueda de lo superfluo llega a ser atractiva aunado los medios de comunicación social que con sus luces y sonidos, llegan a invadir nuestros pensamientos en buscar el mejor regalo, el más caro o de “marca” para nuestros seres queridos sin escatimar nada olvidando el auténtico sentido de la temporada.

Los centros comerciales; su afluencia, el tráfico, los parqueos, las ofertas y promociones son el reflejo de ello. Dos escenarios que pude apreciar en estos últimos días y que me han llevado a escribir estas líneas; el primero muy positivo; el apreciar y aplaudir las iniciativas de solidaridad dirigidas por personas que no tienen mayor interés que el de ayudar a los necesitados. 

Pude apreciar un grupo de personas preparando, con mucha alegría y entusiasmo, comida y regalos para personas de escasos recursos donde la necesidad apremia. Estas personas voluntarias estaban beneficiando a muchas personas sin esperar nada a cambio y son un ejemplo de que existen muchas personas nobles que aprovechan lo efímero del año para sacar adelante labores sociales admirables.

Otro escenario no agradable, fue un lamentable incidente donde un niño en un centro comercial les exigía con gritos a sus padres que le compraran un regalo de mucho valor económico. La exigencia con llanto era tal que las personas se detenían a observar lo sucedido y los padres no podían dominar la situación dejando un claro ejemplo de una educación sin límites donde la autoridad paternal está ausente.

Podemos aprovechar esta época del año para compartir las tradiciones en familia fortaleciendo la esencial comunicación, transmitir la importancia de dar y recibir amor más que un objeto material, de ser solidarios con los necesitados, de fortalecer el espíritu y de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, comprender el verdadero significado de la palabra compartir es esencial para la familia y como consecuencia una mejor sociedad.

Tengo la certeza que un fraternal abrazo se convierten de los mejores regalos que podemos ofrecer a nuestros seres queridos.


Oscar Pineda Escobar es padre de familia. Tiene un Master en Asesoramiento Educativo Familiar (Universidad Complutence), un Diplomado en Educación Integral (Universidad Panamericana de México) y un Diplomado en Pedagogía de la Fe (Universidad de Navarra de España). Actualmente es maestro en Colegios APDE  y columnista para Blog AFI. 


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