Estados Unidos: Donald Trump firma decreto para promover libertad religiosa internacional

En medio de una ola de protestas, el presidente se mantiene firme en su postura a favor de la libertad religiosa.


El 2 de junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva “para promover la libertad religiosa internacional”, luego de una visita al Santuario Nacional de San Juan Pablo II en Washington DC, donde colocó una corona de flores ante una estatua del pontífice.

Este documento califica la libertad religiosa como un “un imperativo moral y de seguridad nacional” y la declara “una prioridad de política exterior de los Estados Unidos”.

La orden exige un compromiso “sólido” con organizaciones cívicas en otros países. Además, pide al Secretario de Estado, Mike Pompeo, en consulta con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que desarrolle un plan para “priorizar” la libertad religiosa en la política exterior y asistencia extranjera. La libertad religiosa internacional también formará parte de la diplomacia estadounidense.

A esto, se exige un presupuesto de al menos 50 millones de dólares para programas que ayuden a erradicar la violencia religiosa, la persecución en el extranjero y para proteger a las minorías religiosas.

 

La orden ejecutiva se basa en el discurso de Trump a los líderes mundiales en septiembre de 2019 en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en el cual hizo un llamado a los países a “poner fin a la persecución religiosa”.

“Paren los crímenes contra las personas de fe. Liberen a presos de conciencia. Deroguen leyes que restrinjan la libertad de religión y creencias. Protejan a los vulnerables, los indefensos y los oprimidos”, dijo Trump en septiembre.

La visita al santuario se produjo en medio de disturbios nacionales generalizados. La administración del santuario dijo que la visita del 2 de junio del presidente fue planeada mucho antes de las controversias recientes.

Un portavoz del santuario dijo que la Casa Blanca “originalmente programó esta [visita] como un evento para que el presidente firmara una orden ejecutiva sobre la libertad religiosa internacional”. El presidente firmó la orden el martes después de la visita, en lugar de hacerlo en el santuario.

Robert Nicholson, presidente del Philos Project (cuyo objetivo es fomentar y defender la participación religiosa en el Medio Oriente) dijo el martes 2 a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–  que si bien el momento de la visita al santuario del presidente “fue inoportuno y desafortunado”, está “agradecido de que Estados Unidos haya liderado la campaña por la libertad religiosa en todo el mundo”.

“Necesitamos más religión en este mundo, no menos. En un momento en que reina el caos y la humanidad yace enredada en cadenas de su propia creación, la necesidad de tener fe en la verdad trascendente se vuelve aún más clara. La supresión de la religión no detiene el impulso religioso. Con el impulso de adorar, los hombres serán nuevos dioses de raza y estado”, agregó Nicholson.

“La crisis que estamos presenciando hoy en Estados Unidos se basa en última instancia en una pérdida de cultura moral compartida, un vocabulario común de verdad sobre el cual se construye el resto de la sociedad”, añadió.

 

También aseguró que “la libertad religiosa internacional es la causa de todas las causas”, y “representa el principio del libre pensamiento que Dios construyó en el mundo, un componente clave del imago Dei”. “Si hay una sola causa que deberíamos promover, y promocionar incansablemente, es esta”, dijo.

Durante la visita a la iglesia episcopaliana de San Juan, Trump levantó una Biblia frente a las cámaras en una aparente sesión de fotos. La iglesia había sufrido daños por incendios durante las protestas del domingo por la noche.

Además, dijo que la firma de la orden de libertad religiosa, junto con la visita al santuario y la reciente orientación de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos sobre la reapertura de las casas de culto, es parte de “una continuidad bastante consistente para este presidente en la defensa de los derechos religiosos”.

“Creo que es muy desafortunado para las personas de fe cuestionar lo que hay en el corazón de alguien, incluido el del presidente, lo que lo obliga a ir a San Juan y a sostener su Biblia”, concluyó Conway.

Artículo originalmente publicado en ACI Prensa.

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