FELICES PARA SIEMPRE.

Recién vi un video donde en un experimento social- escolar pidieron a unos alumnos que escribieran su deseo del mes en una hoja; valla sorpresa lo que más pedían era JUGAR CON SUS PADRES.

Por OSCAR PINEDA

​Como docente pido la palabra en este espacio para tratar de algo que estamos descuidando y es base fundamental de la sociedad, más aún en este tiempo en el cual las familias queremos y anhelamos un cambio positivo que ponga a nuestros ambientes en vías de un mejor país, se trata de  la interacción de los padres con los hijos.
 
Los últimos estudios de la Universidad de Washington (EE.UU.) Han demostrado que poseer padres cariñosos favorece el desarrollo de un área concreta del cerebro: el hipocampo, estructura cerebral crucial en el aprendizaje, la memoria. Es importante tenerlo presente. Estamos en un mundo globalizado y competitivo por ello las competencias educativas en los centros escolares se enfocan el saber ser y saber hacer. Los resultados de dicha investigación, que tomó una muestra amplísima durante varios años, nos sacan a la luz que no basta con estar presentes en la familia, es fundamental que la interacción con los hijos sea favorable y que tengamos comunicación con ellos.
 
Pero además confirma algo que es fundamental  la interacción con los pequeños es favorable en la formación del carácter. Se ha demostrado que el cariño explícito (decirles que les queremos y abrazarlos) favorece en gran manera su desarrollo emocional, cognitivo y cerebral.
 
Podemos lograr un alto impacto en el desarrollo del niño, por ello como siempre en este espacio unos Tips:
 

• Dedicarles tiempo para escucharlos.
• Ponerles atención cuando nos cuentan algo que para ellos es importante, aunque tengamos mil afanes en la cabeza.
• Jugar con ellos aunque el cansancio de la jornada y del tráfico nos tenga con batería baja.
• Tener claro que el colegio es un complemento.
• No sólo es de comprares libros de lectura, es importante leerlos con ellos también.
• Conocer sus gustos y aficiones.
• Saber el nombre de sus mejores amigos.
• Comer en familia.
• Fomentar las tertulias familiares.
• Contarles anécdotas.
• Recordar con ellos viajes familiares.
• Ver Fotos de la familia juntos.

 
Ante el poco tiempo, buscar el tiempo para atenderles, es la mejor inversión, saber de ellos al escucharles e interesarse por sus cosas. 
Ante el corto tiempo y los problemas el amor a los hijos prevalece. El tiempo pasa inexorablemente y cuando nos damos cuenta ya no estamos ante el chiquillo, es un adolescente el que nos ve a los ojos.