Un preso que se “autopercibía” como mujer logró su traslado al pabellón de mujeres y embarazó a una reclusa

En Argentina, la Ley de Identidad de Género permite que la persona pueda “cambiar legalmente su sexo” cuantas veces quiera sin ningún examen psicológico y con pocos requisitos.


Gabriel Fernández, de 27 años de edad, cumplía una pena por violencia contra su ex esposa en la cárcel de Bouwer (Córdoba, Argentina).

Durante ese tiempo, comenzó a “autopercibirse” como una mujer y desde la cárcel, tramitó su “cambio de sexo” tal y como lo permite la Ley de Identidad de Género en dicho país. Con esto, podía ser trasladado al pabellón de mujeres.

“Hace un par de meses, un defendido mío se autopercibió mujer y realizó el trámite ante el Registro Cívico y la ley lo asistió: pasó a llamarse Gabriela Nahir”, mencionó el abogado Juan Domingo Gacitúa a los medios de Córdoba.

Gabriel fue trasladado al pabellón de mujeres. Físicamente, no había modificado su apariencia, por lo que todas lo veían como lo que era: un hombre.

Testimonios de las reclusas concuerdan en que además de sentirse incómodas con la presencia de un hombre en la cárcel, se bañaba con ellas y se paseaba “como Dios lo trajo al mundo”. Esto generó quejas por parte de los familiares de las presas.

El 4 de abril de 2019, Gabriel fue denunciado por golpear “salvajemente” a una reclusa. La víctima, quien cumple una pena por haber asesinado a su esposo, había entablado una relación con Fernández, con quien también tuvo relaciones sexuales y resultó embarazada.

Por este motivo, recibió una “tremenda golpiza” por parte de Gabriel, quien también tiene tres denuncias más por violencia familiar. Al menos 11 reclusas confirman que la víctima fue agredida fuertemente por Fernández.

“Lo llamativo es que ningún medio haya hablado todavía de esto, ni que ninguna agrupación feminista haya dicho absolutamente nada. Claro: ellos mismos impulsaron esta ideología que terminó metiendo a un hombre preso en un pabellón de mujeres. Este caso los interpela”, denunció Agustín Laje, politólogo argentino, en su cuenta de Twitter en abril de este año.

La denuncia contra Fernández se interpuso en abril, pero fue hasta noviembre que los medios comenzaron a tocar el caso, cuando un juez concedió la libertad condicional a Gabriel y el abogado salió a hablar.

Este mencionó que la situación es un “llamado de alerta” sobre el vacío legal que existe para estos casos en la ley. “El chico cuando sale se puede autopercibir hombre. Puede ir y volver cuantas veces quiera. Ahí hablamos de la liviandad de la ley. No hay exámenes psicológicos ni nada”, dijo el abogado.

La ley 26.743, Ley de Identidad de Género, promulgada el 23 de mayo de 2012, define la “identidad de género como “la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o de la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”.

Lee la ley completa aquí.

“Círculos feministas tenían esta información desde principios de abril y la ocultaron convenientemente”, agregó Laje.

En un video, Laje explica cómo obtuvo la información desde el momento en que se interpuso la denuncia y menciona que ahora, el caso solo tiene “un sentido anecdótico”, ya que “el daño ya está hecho”.

 

“Ya no se puede reparar gracias al silencio de la justicia, de los medios de comunicación y de los propios círculos feministas que defendieron a este agresor sexual omitiendo información relevante que la ciudad de Córdoba merecía conocer a tiempo”, finalizó.

Mientras Gabriel vive en libertad condicional, la reclusa a quien agredió física y sexualmente, tiene todavía una larga condena, pero podría cambiar a prisión domiciliaria por estar embarazada.

Vía: #AFInforma.

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