La comunicación es esencial en la familia, es el vinculo que fortalece los lazos familiares donde expresamos y transmitimos lo que queremos y lo que somos.

Según la RAE: Empatía. Según lo define el Diccionario de la Real Academia Española, la empatía es la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar de alguien y comprender lo que siente o piensa.

La empatía se debe de convertir en una herramienta útil en el ambiente familiar. Se acercan las festividades de fin de año, momento preciso para fomentar la empatía a través de un diálogo lleno de afecto a nuestros seres querido creando vínculos sanos y fuertes.

Hoy en día, la falta de empatía va en aumento, nos hace ser egocéntricos, a no pensar en los demás. En una oportunidad, un padre de familia les explicaba rápidamente en un paseo con sus hijos que en nuestro país, en este país de contrastes, existen niños de escasos recursos que pasan mucho tiempo sin probar un dulce y que era injusto que se desperdiciaran o que no los valoraran lo que otros no tienen.

A los pocos días, asistieron a una fiesta de cumpleaños en donde los hijos tomaron muchos dulces. Ya en casa el padre les preguntó: ¿y sus dulces? Los niños respondieron: “Hicimos varias bolsitas como sorpresas para los
niños que no tienen”.

Hasta la fecha, los niños siguen repartiendo dulces a niños de escasos recursos que ven en las calles. Si sensibilizamos a los millennials y centennials lograremos mucho en nuestra sociedad.

Otro ejemplo es el de aprovechar correctamente los recursos, ya que la alegría no está en tener mucho sino en disfrutar de lo que se tiene. Una persona sin empatía se encierra en su propio espacio, sesgando su propia realidad,
echándole la culpa a otras personas sin asumir su responsabilidad.

Esto se debe a que ya que estamos perdiendo una conexión emocional; son presa fácil de las redes sociales y de la tecnología que los aísla olvidando que hay personas con emociones y sentimientos lejos de las pantallas.

¿Qué podemos hacer para desarrollar la empatía?

• Ser analíticos, compartir nuestros anhelos e ilusiones.
• Participar en actividades de servicio social.
• Evitar los conflictos.
• Mejorar el tiempo de comunicación directa con la familia.
• Expresar nuestros sentimientos.

Oscar Pineda Escobar es padre de familia. Tiene un Master en Asesoramiento Educativo Familiar (Universidad Complutence), un Diplomado en Educación Integral (Universidad Panamericana de México) y un Diplomado en Pedagogía de la Fe (Universidad de Navarra de España). Actualmente es maestro en Colegios APDE  y columnista para Blog AFI.