La existencia familiar: amar en tiempos de COVID-19.

Escribo estas líneas entre noticias e interminables comentarios y análisis de la COVID – 19. El confinamiento, las fases o las mascarillas: ya filtrantes, ya quirúrgicas; se han convertido en términos muy habituales de nuestro vocabulario diario. Por ello, no pretendo hablar sobre situaciones de las que ya somos conscientes. Como dicen, “ya llueve sobre mojado”.

Pero sí que me gustaría hablar de cómo lo viven algunos. Y es que una crisis de esta magnitud, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, ha servido para detenerse, pisar el freno e ir perdiendo velocidad para notar qué es lo que hay fuera de la carretera del día a día. Recuerdo la conversación que he mantenido hace algunos días con un buen amigo mío. Me decía que cuando comenzó la fase de confinamiento se quedó en Madrid, en su piso de 50 metros cuadrados con la intención de no contagiar a sus padres.

Así se quedó sólo, tal y como quería: libertad y autonomía. El caso es que tras más de dos meses me confesaba que llamaba todos los días a sus padres. “Antes sólo lo hacía a mi madre, una vez a la semana.” Decía. “Ahora la llamo todos los días y además hablo con mi padre: sobre el tiempo, la cuenta bancaria o el coche. Me da igual. Cualquier tema vale.”

Es curioso. Me llamaba la atención que un adulto deseoso de vivir en la gran ciudad, sin tener que dar explicaciones a sus padres, tuviese ahora necesidad de ellos. Parece que en los momentos difíciles volvemos la vista a la familia, lo hacíamos cuando éramos niños antes de saltar o correr o hacer algo nuevo; y seguimos con el mismo hábito. Qué tristeza aquellos que han despedido seres queridos sin despedir, que han perdido sin poder perder.

Para mí la familia sigue siendo sostén y cimiento de la persona. “Familia, conviértete en aquello que eres”, decía San Juan Pablo II en 1980. Pues bien, pienso que ya es, siempre lo ha sido. Es el refugio que transciende culturas, regulaciones o percepciones y a la que recurrimos cuando todo se tambalea.

Por eso, por todos aquellos que frente a incertidumbre han puesto amor, que frente a soledad han puesto caridad, que frente a confinamiento han puesto comunidad familiar, les digo: gracias. Gracias por recordarnos cuán importante es reducir la velocidad y volver al espacio familiar.


Bibliografía:

  1. Exhortación apostólica “Familiaris Consortio”, San Juan Pablo II.
  2. Franceschi, H; Ángel Ortiz, M (2016) “Algunas cuestiones actuales sobre matrimonio y familia”. Collationes.org. (Disponible en https://www.collationes.org/index.php/recurso/8/166/algunas-cuestiones-actuales-sobre- matrimonio-y-familia; fecha de consulta mayo 2020)

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