Por Mónica Marín
“No es coincidencia que después del caso de violación de Stanford (en la que Brock Turner, fue condenado por dos cargos de asalto sexual y un cargo de intento de violación, y recibió una sentencia de sólo seis meses de cárcel y tres años de libertad condicional) la página web pornográfica xHamster, empezara a bloquear los vídeos relacionados violaciones, comentó Hawkins.
También añade que, no debemos cometer el error de pensar que este movimiento hace del sitio pornográfico un sitio socialmente responsable, ya que, si realmente se preocuparan por la reducción de la tasa de violencia sexual contra las mujeres, cerrarían su sitio por completo.
“Todos los géneros de la pornografía, no sólo los que simulan una violación, aumenta las violaciones y degradan a la mujer.”
Un estudio publicado en el “Sexual Addiction and Compulsivity Journal (Diario de Adicción sexual y Compulsividad)”, analizó los efectos que produce el uso de la pornografía en los comportamientos sexuales de los hombres jóvenes universitarios.
[…] 83% de los que usaron pornografía “más común” o “normal”, reflejaron una mayor intención de cometer una violación, en caso de estar seguros que no serían atrapados. Además, los hombres que veían pornografía sobre sadomasoquismo y violaciones, fueron significativamente más propensos a la creencia de mitos sobre la violación.
Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Indiana y la Universidad de Hawai en Manoa, demuestran que el consumo de pornografía está vinculado de manera significativa al aumento de la agresión sexual.
[…] los individuos que ven pornografía con más frecuencia son más propensos a adoptar actitudes que conduzcan a la agresión sexual y a participar en actos reales de agresión sexual a diferencia de las personas que no consumen pornografía o que ven pornografía con menor frecuencia.
Es importante mencionar que siempre la causa de cualquier violación es la decisión libre del violador de cometer el acto por su propio placer. Sin embargo, en un esfuerzo para prevenir futuros casos de violencia sexual, es muy importante reconocer que la cultura porno está alimentando la cultura de la violación en nuestras universidades, comunidades y en nuestros hogares.
Es por esto que, todas la instituciones públicas o privadas, deben reconocer a la pornografía como la pieza faltante en el diálogo para prevenir la violencia sexual y denunciarla como la piedra angular de la cultura de la violación.
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