POR OSCAR PINEDA
Cuando el ruiseñor está listo para partir, la bella lo despide con una mirada de amor que dice “no quiero que te vayas pero así es la vida, los hijos se van” y esa tierna mirada no deja al ruiseñor hasta que dobla la esquina. Si, porque mamá nos ama y no nos quiere siempre a su lado hasta cuando nos regaña!!!.
Mucho leeremos sobre la madre en estos días pero he querido transmitir un sentimiento más que nos lleve a valorar al ser que nos dio la vida sin componendas, sin límites, sin condiciones.
Se fuerte y bueno, nos decía y nos dice, y nos lo dice con su ejemplo, en nuestro lindo país esas Súper Madres nos dan ejemplo de disciplina, constancia, amor a los demás etc. No basta sólo con decirlo; hay que demostrarlo con amor, con una llamada, con una visita, con un abrazo y si ese abrazo sube hasta el cielo sepamos que como buena madre está cuidando nuestro caminar.
En esta columna he tratado de trasmitir el amor a la vida y el contraste económico que vivimos y en esta oportunidad les comparto una conmovedora escena que vi hace tiempo; en las afueras de un hospital público veía a una madre con su hijo de unos 8 años, con las monedas que tenía en mano compró una bolsa de papalinas, el niño feliz, feliz comió y al ver a su mamá le compartió la bolsa, ella como buena madre hizo el ademán de tomar papalinas pero en realidad no tomó nada, dejó que su hijo comiera toda la bolsa, lo más lamentable es que por la hora esa bolsa significaba el desayuno.
Nosotros tenemos la bendición de poder compartir con ese ser al que le llamamos mamá más que una papalina, amigos compartamos amor, que es lo que una súper mamá espera en realidad en esta celebración tan especial.
Feliz día querida Súper Mamá.
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