Organizaciones como Go Joven y APROFAM, enseñan de educación sexual en donde sea y a la hora que los llamen. Ese es su negocio. Mi pregunta es, ¿por qué quieren que el Estado se los quite? Con la nueva pésimamente bautizada “Ley Nacional de la Juventud¨ (¿acaso las leyes no son nacionales?), algunas organizaciones buscan que el Estado provea obligatoriamente de educación sexual.
Por ejemplo, si yo tengo una clínica de psicología, no voy a buscar que el Estado brinde atención psicológica de forma gratuita, porque entonces mis pacientes migrarán hacia la consulta gratuita. De la misma forma, si yo vendo joyas, no le voy a pedir al Estado que regale joyas, puesto que entonces mi negocio pasa a la historia.
No me cuadra lógicamente entonces por qué éstas organizaciones fervientemente luchan por cargar al Estado con más obligaciones, y en especial que el Estado brinde educación sexual de forma gratuita.
A pero “tiempo” (como decimos en buen chapín)…. ¿Vieron ustedes que alguna de estas organizaciones se haya OPUESTO al aumento de los impuestos? ¿O a que se le reduzca el presupuesto al sector salud? ¿O qué la Secretaría Nacional de Juventud recibiría una obscena inyección monetaria? Nel muchá.. No se opusieron. Esto huele a gato encerrado.
He aquí mis teorías – que aclaro, no son aseveraciones, son teorías sujetas a discusión. Las organizaciones que promueven la Ley Nacional de la Juventud no se han opuesto al aumento al impuesto, ni a cargar al estado con la disque EIS, ni a que se recorte el presupuesto del Estado porque:
A) Esperan que el Gobierno los contrate – obviamente, si el gobierno no tiene ni siquiera una cantidad de maestros suficientes para atender las necesidades del pueblo, tendrá que recurrir a estas organizaciones para que enseñen educación sexual. Me preocupa de sobremanera que muchos de ellos no sean médicos o pedagogos especializados en el tema, pero como al gobierno poco le importan las capacidades de quienes contratan (como los Kaibiles enseñando sobre embarazos hace unas semanas atrás), aquí podrán asegurarse estas organizaciones una fuente de trabajo para los próximos años. Pagados obviamente por ustedes y por mí, que sí pagamos impuestos.
B) Quieren una tajada del pastel – el sabroso botín que excedería los 50 millones de Quetzales (mientras los niños se mueren de hambre en Camotán), podría ser de interés para estos grupos. Obviamente, necesitan financiamiento para sus operaciones del día a día. Como el Estado – bajo esta nueva ley – tiene que promover políticas y programas a favor de la juventud, unos buenos cheques adicionales para los próximos años no suenan mal. Y como la CICIG no investiga a la CONJUVE, fresh… Pisto para los próximos meses. Planned Parenthood (dueña de APROFAM), funciona con dinero público. Quizás el mismo camino quieren seguir estas organizaciones.
C) Desconocen la realidad guatemalteca – quizás no ven las noticias o no leen el periódico. Pero la realidad guatemalteca no necesita condones. Antes que preocuparse por comprar penes y vaginas de plástico, compremos escritorios, libros, lapiceros, crayones, útiles escolares, pizarrones y por el amor de la consciencia, PISO para las aulas de los niños. Tampoco se dan cuenta que los mareros reclutan a menores, y que lo niños en la limonada aspiran a ser sicarios. No han sentido el aroma a muerte de los hospitales públicos, y quizás nunca han pasado tiempo con los guajeros de la zona 3. ¿Cómo ésta ley – o la mal llamada EIS- ayudará a estos jóvenes?
D) Tienen un interés económico, no uno social – al final del día, poco les interesa la juventud, o los niños, o la transparencia pública, o el gasto del Gobierno. Su interés, muy capitalista a pesar que públicamente detestan al sector privado productivo, es el dinero. Su anhelo es poder continuar lucrando con sus actividades. Dado que en este país, cuando el Gobierno compra pintura el galón cuesta 5 veces más de lo que costaría en cualquier Cemaco, ¿cuánto nos costaría una clase de educación sexual? ¿O cuánto nos costaría un condón? Lo peor de todo, es que ellos de free riders y nosotros pagándoles sus salarios y vacaciones.
Yo soy simplemente un abogado con dudas de las intenciones de mucha gente. Juzgue usted. Quizás alguien puede ayudarme a concluir si esto es cierto o no es cierto. O alguien tiene una mejor teoría, pero lo que sí no podemos negar es que aquí hay gato encerrado que a mí me sigue sin cuadrar. A usted, ¿le cuadra?
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Totalmente de acuerdo con su teoría. Está claro que a ésas organizaciones solo les interesa asegurar el dinero para que les paguen sus sueldos. Creo que la IPPF ya NO quiere seguir manteniendo a APROFAM, y qué mejor negocio que endosarlo al gobierno, (corrupción incluída). Total, Aprofam es parte de la comisión verificadora de anticonceptivos y condones, para asegurarle buenos ingresos a las farmacéuticas y fábricas de profilácticos,y esto es otro cantar.
La Ley de la Juventud NO se necesita. Primero, porque se debe legislar para toda la nación, no solo a un grupo, por grande que éste sea. Segundo, ya existe una ley, con su reglamento, que establece la obligación de dar Educación Sexual en los establecimientos educativos.
Aaaahhhhhh, pero claro, ésa ley NO toca el tema del ‘género’, y a Obama le molesta sobremanera, así que hay que impulsar toda barbaridad antinatural que eso trae a una sociedad.
Chapines, así como sacamos a los corruptos de Otto Pérez y Roxana Baldetti, saquemos de nuestra linda Guatemala, ésas ideologías destructivas que nos quieren imponer.