Este viernes, decenas de millas de personas se reunieron en el National Mall de Washington, DC, para participar en la Marcha por la Vida 2025. Este es un evento marcado por la unidad, la fe y la esperanza. Este año, la marcha tuvo como orador principal al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien compartió un poderoso mensaje sobre sus convicciones provida como padre católico y reafirmó el compromiso de la administración Trump con las políticas a favor de la vida.
“No creo haber visto nunca una multitud tan alegre”, expresó el vicepresidente, mirando a los manifestantes que desafiaron las bajas temperaturas, las cuales apenas alcanzaron los 30 grados tras un inicio de semana marcado por un frío extremo que obligó a realizar la ceremonia de Inauguración presidencial en un espacio cerrado.
Durante su discurso, Vance elogió a los participantes por defender con valentía la creencia de que “cada niño es un milagro y un regalo de Dios”. También reflexionó sobre los desafíos que enfrentan las familias y los padres solteros en la actualidad, señalando que su objetivo como funcionario del gobierno es construir una sociedad que apoye a las familias “en el sentido más completo de la palabra”.
El vicepresidente destacó que el verdadero “referente del éxito nacional” no debería medirse solo en términos económicos, sino en qué tan fácil resulta para las familias criar a sus hijos en un entorno seguro, estable y lleno de oportunidades.
La Marcha por la Vida 2025 no solo reunió a millones de personas, sino que también reforzó un mensaje de esperanza y compromiso por construir una sociedad más humana y solidaria. Este evento histórico demostró que, en un mundo a menudo dividido, la defensa de la vida puede unir a personas de todas las edades, culturas y religiones en una causa común: proteger a los más vulnerables y asegurar un futuro en el que cada vida sea. valorada y celebrada.
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