Un movimiento comenzó tras ese asesinato que rebasó la paciencia de los argentinos. La muerte de una niña embarazada de 14 años en manos de su novio llevó a su madre, Verónica Camargo, a iniciar un movimiento masivo que pedía erradicar la violencia contra la mujer. Sin embargo, poco a poco, los grupos de feministas radicales se adueñaron del #NiUnaMenos y amenazan con echarlo a perder.
Ese 3 de junio de 2015 el Congreso de Buenos Aires fue iluminado con luces violetas y miles de personas se reunieron frente al palacio para protestar contra los constantes asesinatos a mujeres inocentes. Chiara Páez, una joven rosarina de 14 años que estaba embarazada, era el emblema de aquella marcha. Su madre, Verónica Camargo, la encabezaba junto a un grupo de influyentes periodistas, artistas, activistas y personalidades.
Poco después, ya no recordarían a Verónica. O al menos no lo harían los grupos abortistas y radicales que se aprovecharon de una situación dolosa para pedir la despenalización del aborto y retomar el discurso del “patriarcado”.
Representantes de Asociación La Familia Importa (AFI) y de las organizaciones que integran la Red AFI y que han llegado a Medellín, Colombia, para participar de la 49 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, se reunieron con jóvenes mexicanos y colombianos para conversar con Camargo y escuchar la raíz del verdadero #NiUnaMenos.
El verdadero #NiUnaMenos
El novio de Chiara Páez, de 14 años y embarazada, la mató y la enterró en su jardín. Todo esto con ayuda de sus padres, cuando él tenía 16 aquel 11 de abril. “Ahí empezó un movimiento”, cuenta Verónica con una voz sorprendentemente serena y una mirada triste. “Comencé #NiUnaMenos para evitar que en Argentina y el resto del mundo hubiese más Chiara Páez. Paradójicamente, comencé este movimiento para pedir justicia, no la muerte de otras personas en vientres maternos o la opresión masculina”, recalca.
Y es que las intenciones y energías de Camargo fueron utilizadas por grupos feministas radicales argentinos – y ahora a nivel mundial – para desviarse del tema de violencia contra la mujer y posicionar la temática del aborto legal, seguro y gratuito, obedeciendo la agenda globalista de la que forman parte.
“Cambiaron el violeta del movimiento por pañuelos verdes y así, poco a poco, dejaron de invitarme a reuniones para organizar marchas. Dejaron de llamarme porque yo me aferraba al verdadero corazón del movimiento: justicia para Chiara y todas las mujeres asesinadas y la prevención del delito. Pero ya se ve que esto no genera titulares, que esto no interesó a los medios y por eso me dejaron a un lado”, comenta la fundadora.
Verónica aterrizó en Medellín para participar en la 49 Asamblea General de la OEA que se lleva a cabo en las tierras colombianas por tercera ocasión.
Más allá de los pañuelos
La fundadora de #NiUnaMenos terminó su intervención con un mensaje contundente para los jóvenes latinoamericanos ProVida y ProFamilia que atenderían a la Asamblea General: “Esto va más allá de un pañuelo celeste o verde. No debería tener colores. La pasión y el respeto por la vida deberían unirnos en la misma bandera”.
Juan Diego Godoy es comunicador, periodista y columnista. Es Licenciado en Comunicación y Periodismo por la Universidad del Istmo y está cursando una especialización en Comunicación y Análisis Político por la Universidad de Alcalá (España).
Es director de comunicación de Asociación La Familia Importa, columnista de los medios República y Relato y asociado y miembro del Tribunal de Honor de la Cámara Guatemalteca de Periodismo.
Comments are closed.