Salvar vidas todos los días: Reflexiones de una voluntaria de Sí A La Vida

Escribir una nota para concientizar a las personas a que puedan despertar y empezar a pensar que con su tiempo pueden ser parte del cambio de cada una de las familias en Guatemala, me motiva mucho porque hace tres años, iniciaba una labor cuya dimensión y profundidad nunca imaginé.  Lo que se siente al tratar de salvar una vida y sirviendo de voz para esa persona que aun no puede defenderse por sí mismo, te marca por siempre. Espero pueda llegar el mensaje a las personas que no lo han visto, ni entendido o simplemente no quieren creer, que ahí dentro, hay una persona con sueños, metas y futuro. 

Asociación Si A La Vida, con más de 20 años en el país, es una asociación sin fines de lucro y apolítica que ha aceptado el reto y el compromiso de la sociedad guatemalteca actual, para proteger y defender  la dignidad e inviolabilidad de la vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural y de todos sus valores intrínsecos.

Entrevistar a jóvenes que quieren interrumpir un embarazo es lo que ha marcado mi día a día. Pero saber que decidieron no hacerlo y que la entrevista fue fundamental en esa decisión me llena el corazón. Y es por eso que cada una de las voluntarias brindamos nuestro tiempo con la fe y la esperanza de que jóvenes que llegan angustiadas y donde su único recurso es abortar, puedan encontrar un camino, que sepan que hay una luz, pero sobre todo que sientan y sepan que habemos otras mujeres que comprendemos su situación, que no las juzgamos y que lo único que queremos es ser ese apoyo para que puedan seguir adelante con sus vidas y las de sus bebé.

Por todo lo anterior es que la celebración del “Día del No nacido”, que busca conmemorar, promover y defender esa  vida humana desde la concepción en el vientre de la madre y que están por nacer, como brindar un tributo a esos  niños indefensos que han sido abortados, no es una fecha que deba pasarse por alto, puesto que más que un “día de conmemoración” es una reivindicación de los derechos fundamentales.

En 1993, El Salvador se convirtió en la primera nación en celebrar oficialmente lo que se llamó el Día del Derecho a Nacer. Más tarde en Argentina por ejemplo el Día del Niño por Nacer fue declarado el 7 de diciembre de 1998 por iniciativa del ex Presidente Carlos Saúl Menem luego de una entrevista con el papa Juan Pablo II en la Ciudad del Vaticano. Posteriormente, otros países han iniciado celebraciones oficiales para los “No Nacidos”, como  en Guatemala con el mismo nombre en 1999. El 28 de septiembre del 2005, bajo el decreto no. 267-2005 se declaró que el 25 de marzo de cada año se conmemore el Día del Niño No Nacido en nuestro país.

Sin embargo, considero que la celebración de este día, en el fondo, también es dolorosa. ¿No es obvio que el derecho de la vida debe ser respetado siempre? Resulta, entonces, paradójico que en estos tiempos tengamos que argumentar lo que, mas allá de las convicciones personales que puedan compartirse, científicamente está comprobado: el momento exacto en que comienza la vida es en la concepción. No antes, tampoco después.

Este 25 de marzo, merece ser celebrado como muestra de amor y respeto hacia la vida humana. Es también un recordatorio de lo que dice, puntualmente, la Constitución Política de la República de Guatemala, en el artículo 3: protege la vida desde el momento de su concepción. 

En este camino de salvar vidas, es clave comprender que la familia importa, e importa tanto que debemos estar vigilantes para salvar a nuestra Guatemala de aquellas agendas internacionales que tienen como fin seguir financiando una industria millonaria y sanguinaria. Estas agendas no pueden anidar en los países que tenemos como principio la familia, todas las vidas y el  respeto hacia los demás.

¡Celebremos este día y sigamos defendiendo a quienes no pueden defenderse, pero tienen tanto derecho a vivir como cualquiera!


Rebeca de Rosales es voluntaria de Asociación Sí A La Vida.


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