Por: Katia Arias Gritando sola en el silencio, Nadie me podía oír, Y poco a poco mi ferviente voz, Se fue apagando al morir… – Así los miembros de mi cuerpo Me comenzaron a dejar Y por tu ayuda yo empecé a rogar Y parecías no escuchar – Al comenzar no comprendía, Cegada por el dolor ¿Madre cómo me dejaste