Si comprendemos la salud mental como el resultado de todas aquellas acciones que, tanto la persona como la sociedad, realizan con el objeto de facilitar, a la persona humana, el óptimo funcionamiento de sus capacidades psicológicas, orientadas axiológicamente, fácil resulta comprender que el vasto campo de la psicología, cuando aplica sus particulares técnicas y procedimientos, nos dirige hacia la llamada