Alienación parental, una nueva trinchera de lucha durante la cuarentena

Organizaciones de Derechos Humanos han mostrado su preocupación por las elevadas cifras de denuncias por violencia intrafamiliar. No pocas son las infografías y anuncios que alertan sobre este tema, disponen de teléfonos para realizar las denuncias y procuran a las autoridades en dar seguimiento a las mismas. Como decíamos en otro artículo, muchas veces los criterios utilizados hacen caso omiso a posibles denuncias falsas, aun así, hay una realidad violenta que no podemos obviar.

En este contexto, ha quedado a un lado otra terrible problemática que se erige sobre muchos hogares: el aumento de los casos, obviamente no reportados como tal, de alienación parental que se constituyen en entornos tóxicos donde, por lo regular, un padre o madre en custodia de los hijos en situaciones de separación influyen o manipulan la opinión de sus propios hijos en contra el padre o la madre no presente.

La pérdida de empleos sumado a la cuarentena, donde la custodia se ejerce en forma draconiana, sin la participación del padre o madre, a quien ha sido negada dicha patria potestad, ha creado el ambiente donde los reclamos de pensiones alimenticias se desborden en medio de un ambiente hostil, especialmente para los hijos.

Creo que los niños, fuera del estrés que lleva el encierro junto con las presiones de las tareas en casa, son además testigos y victimas de la más execrable violencia psicológica al oír a sus padres discutir en el teléfono, al no poder ver al padre o la madre que quedaron fuera del ambiente familiar.

Faltaría a la verdad, por más equilibrado que desearíamos ser, pero en realidad el peso de la responsabilidad de la alienación parental queda en muchas madres que mantienen litigios con o sin razón, contra sus cónyuges. Lo terrible de esta situación y para no sonar como una defensa oficiosa del varón por su condición biológica, es que en efecto la cuarentena vino a distanciar más a los padres que no poseen la patria potestad. Ha incrementado el peso de la manutención en miles y millones de madres que en estos momentos están a punto de perder casas y rentas.

Creo que el no visualizar la profundidad y complejidad de este problema, debido a la gran influencia que tiene la ideología feminista tóxica en los entes de justicia del Estado y con sus organizaciones de lobby con sus voces muy bien definidas, ha permitido que la soluciones a la problemática de la violencia sea respondida con la mera acción represiva del Estado.

La oportunidad que esta pandemia da para abordar la propuesta de una custodia compartida se está diluyendo en medio de acusaciones misándricas que culpan al padre por el hecho de ser hombre y perpetúan la condición de victima en la madre por ser mujer.

Mientras tanto, la cuarentena consume la salud mental de millones de niños que ven en el conflicto la constante en la relación entre padres y madres, entre familias enteras, abuelos y tíos separados de nietos y sobrinos. Mientras tanto, las cárceles comenzarán a cobijar a los padres que no lograron pagar la pensión a tiempo, que sin empleo ahora tienen que solucionar demandas por «femicidio» para presionar por el pago mensual de la manutención.

No hay números de teléfono para que los niños que sufren de alienación parental puedan implorar por ayuda y aunque los hubiera, la conciencia del problema es inexistente porque frente a ellos la figura dominante y omnipresente de la madre o el padre se erige, ellos tienen siempre la razón.


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