En Brasil, el aborto está permitido legalmente en casos de violación, defectos congénitos del bebé y cuando el embarazo pone en peligro la vida de la madre.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ordenó que se endurezcan los requisitos para las mujeres que estén considerando abortar. A partir de ahora, el personal médico está obligado a mostrarle a la madre el feto a través de una ecografía. En Brasil, el aborto es legalmente permitido por tres causales: en casos de violación, peligro para la vida de la mujer o anencefalia por defectos congénitos graves.
Esta medida fue emitida por el Ministerio de Salud y rechazada por otros funcionarios y organizaciones promuerte. Se da pocos días después de la tensión vivida por el caso de una niña de 10 años que fue sometida a un aborto con presión de organizaciones feministas y antivida y gracias a un fallo judicial.
De acuerdo a la nueva normativa, la policía deberá aportar a los médicos «un relato detallado» de la violación y su víctima, quien también deberá ser advertida expresamente que, en caso de que su denuncia sea falsa o tenga otro motivo para abortar, distinto a una violación, puede ser procesada por fraude y aborto ilegal.
La orden fue criticada por grupos de supuesta defensa de los Derechos Humanos. Sin embargo, de esta forma el presidente pone fin a la argucia feminista que promovía el asesinato de no nacidos sin acreditar una violación, situación que ha generado una alta impunidad ante el crimen del aborto con total aval del anterior mandatario de Brasil, Lula da Silva.
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