Creando una cultura de acción de amor

Por: Wendy Vásquez
vasquezwendy84@hotmail.com

Me incluyo al decir que las personas en su mayoría (por no decir que todos), solemos ser unos analistas exhaustivos, crueles jurados, testigos insensibles, jueces implacables, cuando de criticar la labor y/o accionar de funcionarios se refiere, la de entidades no gubernamentales o líderes en particular, ya sea por su mala gestión o por la ausencia de ella.

No obstante, pocos tenemos la cultura de accionar frente a aquello que criticamos o juzgamos. Y es allí donde debemos cerrar la brecha de la indiferencia a la acción.

En nuestro mundo de ausencia de perfección, felicidad plena o riqueza, yacen las más sólidas bases de motivaciones y razones para que consolidemos una acción de amor y solidaridad. Nuestra convicción y principios cristianos deben ser el motor que encienda la acción al bien común.

No esperemos estar en una condición perfecta de salud, estabilidad financiera o emocional, para solidarizarnos con los que se encuentran en condiciones menos favorables a las nuestras. Consideremos que no solamente estando en una posición de poder o liderazgo podemos hacer el bien a otros. Basta ser sensibles a la necesidad de una madre que quizá no tuvo un inicio familiar apropiado y cuya ausencia de acceso a la educación la dejó mucho más desprotegida en su autoestima y para enfrentar la vida en sociedad y ahora se encuentra como madre soltera, realizando ventas de comercio informal para dar sustento, vestuario y techo a sus hijos.

Es posible que creamos que debemos ser parte de una gran organización con un gran nombre y de reconocida trayectoria para que entonces creamos que realmente estamos siendo parte de algo importante. Pero quiero inspirarte a reflexionar sobre lo mucho que puedes impactar en la vida de uno o algunos, a esas personas maravillosas y vulnerables a quienes tú decides ver, escuchar, abrazar.

Como mujer soltera, quiero animarte a que aproveches el tiempo, las finanzas y la libertad especial de la que se tiene siendo soltero (a), y que dediques parte de tu tiempo, valores y recursos para alegrar y darle un sentido especial a personas en condiciones de vulnerabilidad.

El «cómo»

Es creativamente infinito: apoyando a quien te pide trabajo para limpiar la parte frontal de la casa, al anciano que te ofrece en la calle la venta de dulces, la familia de escasos recursos que asiste a tu iglesia y que sabes que cualquier ayuda les haría un bien; al compañerito de clases de tu hijo que sabes que podría tener desnutrición y unas vitaminas le podrían ayudar muchísimo a su salud y rendimiento escolar; a los vecinos de la colonia que perdieron a un ser querido y quizá dedicando un tiempo de conversación (o mejor, para escucharlos) sabes que les serviría como una pequeña terapia para que lloren, hablen de su ser querido, o simplemente utilicen tu hombro para llorar por el duelo que los invade; o esos pequeños que han perdido a uno o ambos padres, y que, aunque teniendo quien cuide de ellos y les supla sus necesidades, les vendría muy oportuno un gesto de cortesía, quizá visitar un museo, el zoológico, o regalarles algún juego de mesa, quizá aportarías un granito de apoyo en su proceso de duelo.

Las formas de cómo accionar son infinitas, escucha tu corazón y usa tu creatividad. A ti, padre, madre, o líder de familia, quiero motivarte a reflexionar en crear con tu núcleo familiar un proyecto de amor y solidaridad para ayudar a otros, y que al hacerlo, impregnes en las generaciones que te relevarán, el valor de la solidaridad, inculcándoles una cultura de amor basada en la acción y no solo en la reflexión o compasión.

Más que un deseo de bienestar utópico, es una vida de acciones. Podrías dedicar un porcentaje o una cantidad económica específica mensual para este fin. Por ejemplo, visitar personalmente o con tus hijos, con familiares o amigos, alguna institución en donde atiendan a personas, ya sea niños, jóvenes o ancianos, e identificarte con alguna ayuda específica, no debe ser algo enorme o costos, utiliza la creatividad, sé que puedes inspirarte.

Quizá obtener un permiso para compartir allí una película con un tema adecuado a sus circunstancias, una tarde de lectura de cuentos, de historias, una tarde manicura, un tiempo dedicado a jugar canicas con los niños, o simplemente dedicar tiempo para conversar y dar palabras que agreguen valor, estima, esperanza y fe a esas personas.

¿Y si dedicas un día del mes y lo haces especial eligiendo el lugar, la persona o la familia a quien ayudaras, y enfocar parte de tu tiempo, creatividad y los algunos recursos para ejecutar el proyecto de amor que has decidido realizar ese mes?

Quizá te inspires a invitar a cenar un día cada mes a una familia diferente, de las que conoces en la iglesia, en tu trabajo, en su vecindario, y que sabes que tienen menos comodidades que tú. No sabes el impacto que puedes causar en ellos al sentirse apreciados.

O quizá tu llamado esté en la adopción, ya sea que experimentes o no el milagro de maternidad biológica; hoy te animo a escuchar tu corazón y accionar sabiamente bajo la dirección de Dios y el apoyo de tus seres queridos.

Y aunque las circunstancias actuales pudiesen ser el mejor pretexto para no salir y hacer, debo decirte que la creatividad combinada con el amor y la solidaridad, son invencibles.

El dónde? Es sumamente amplio: existe demasiada necesidad a tan corta distancia nuestra. Quizá sea el abuelo que vive en casa, a quien nadie le dedica tiempo y es ignorado la mayor parte del día.

En nuestro país la necesidad es enorme, el campo de acción es inmenso, y citando las palabras de Jesús: “A la verdad la mies es mucha y los obreros pocos…” (Evangelio según Mateo 9:37 RV), te animo a propiciar una cultura de amor y acción hoy, con los recursos que tengas hoy, con lo que puedas hacer hoy, en el lugar donde estas, ya sea solo o junto a más personas, para que mañana tus descendientes puedan abrazar y replicar una herencia de amor por el prójimo, sensibilidad por la necesidad de los menos favorecidos, por el huérfano, por la viuda, por los ancianos, por el joven abandonado.

Y no tengo que justificarme para decir que los beneficios que esto trae son innumerables, pero cito algunos: la bendición de Dios para tí y los tuyos, reflejadas en salud y paz a tu alma, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza y muchos más.

Desde tu situación

No tienes que esperar tener las condiciones perfectas o ideales para accionar. Quizá creas que no tienes la salud y las finanzas ideales y esperas primero mejorar tu condición para luego accionar, pero desde mi experiencia y desde algunos criterios de la psicología, puedo decirte que el enfocarse en ayudar otros (existen personas muchos más afectadas que nosotros) traerá una salud física y espiritual que hará vibrar tu ser por completo y ya sea que sanes o no, obtendrás una paz y contentamiento en tu vida de tal manera que nadie podrá arrebatártelo. Jamás podré explicártelo, tienes que vivirlo para entenderlo y aunque tu situación no mejore, tu espíritu será vivificado.

Quizá tu aporte sea tu profesión u oficio, abogado, médico, psicólogo, trabajador social, profesor, músico, artista, artesano, comerciante, etc. Empieza desde allí con las herramientas que tienes.

Seguramente no erradicaremos la pobreza, tampoco supliremos las necesidades de todos los que quisiéramos, pero habremos hecho lo que podemos, con lo que tenemos y en donde nos encontremos.

Citando nuevamente a nuestro Maestro: “Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien;” (Evangelio según Mateo 14:7 RV) junto a una inspiradora frase expuesta por Alianza Cristiana para el Huérfano (ACH) y que podemos hacer práctica inmediatamente “hacer tangible el evangelio para que el mundo vea y crea” espero inspirarte a reflexionar sobre lo accesible que es hacer el bien si así nos lo proponemos.

Y si deseas enfocarte en instituciones con causas específicas, comparto algunos enlaces para que te informes y conozcas mejor su causa; reiterando que no son las únicas, y quizá tu lugar de acción te exija mirar muy cerca de ti, en tu entorno inmediato:

  • Para dar acogimiento familiar temporal (Familias Sustitutas): https://www.sbs.gob.gt/proteccion/
  • Valores Cristo-céntricos para la niñez y las familias: https://bucknergt.org/
  • Alianza Cristiana para el Huérfano: https://ach.gt/
  • Apoyo escolar a niños y fortalecimiento a familias vulnerables: https://www.casabernabe.org.gt/index.php/quienes-smos
  • Representación de hogares cristianos de abrigo y protección: http://www.asocrigua.org/
  • Consejo Nacional de Adopciones en Guatemala: http://www.cna.gob.gt/

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