De las cosas pequeñas a las grandes

Hoy, es necesario que nos tomemos en serio nuestro rol como ciudadanos; informémonos y dediquemos tiempo a los noticieros para conocer más sobre las elecciones. Ahora más que nunca necesitamos seguir con fuerza y no caer en la indiferencia.

Ante este nuevo reto que se presenta frente a nosotros podemos pensar, ¿Cómo empezamos a mejorar nuestra sociedad? Quería empezar con esta pregunta porque nos pone en el contexto de que todos en Guatemala tenemos un objetivo en común, construir a un país con más felicidad, sin tildar a nadie de nada. Recordemos que todos tenemos un mismo objetivo pero a veces el llegar a este se puede ver desviado por otras formas de pensar.

Para nosotros es crucial defender la vida y la familia y ¿cómo defendemos la vida y la familia? Este reto que nos pone el mundo, por una u otra razón, es uno que nadie se hubiera imaginado y que tiene una gran responsabilidad encima porque jugamos con el futuro de una sociedad con dignidad, con justicia, con igualdad, con felicidad. Ante esto se nos pueden venir tantas cosas a la cabeza como: no soy o somos capaces, tengo miles de errores que no voy a poder corregir; pero sería un error caer en esa clase de pensamiento porque nadie es capaz de llevar esta misión a cabo si se queda viendo a sus propias fuerzas, si lo quieren ver así a veces el mundo se sirve de instrumentos débiles para hacer cosas grandes. No nos compliquemos pensando que para defender esta causa tenemos que hacer siempre una marcha y mover a miles de personas, todos tienen su lugar. Unos en el congreso alzando la voz por la sociedad, otros organizando conferencias, otros informando y formando más sobre este aspecto; pero sí todos tenemos que cuidar las cosas pequeñas, allí se empieza a defender la vida y la familia. No sería coherente que hablemos de estos temas si no empezamos amando y esforzándonos por hacer de un poema las cosas pequeñas.

Este planteamiento que les hago no deseo dejarlo en el plano de “Ok, entonces hasta que me salgan las cosas pequeñas voy a por las grandes.” No, porque si no nunca vamos a ir a por los ideales grandes. Se va a lo grande cuidando lo pequeño, tomando las decisiones pequeñas de cada día. La vida es un comenzar y un recomenzar, todos los años, todos los meses, todas las semanas, todos los días, a toda hora, en cada minuto, en cada segundo. Creámonos la frase de “No es cuántas veces nos caigamos si no cuantas nos levantamos.”

Pero ¿Qué son las cosas pequeñas? Empecemos desde que nos levantamos y que tanto nos cuesta que son momentos en los que podemos odiar todo, mejor cambiar de actitud y agradecer por tantas cosas buenas que tiene la vida. Luego, en la familia ser el primero en servir. Con los amigos adelantarse a las necesidades y querer con un sincero corazón sin intereses. En el trabajo sonreír siempre, por más que cueste, sin caer en rudezas. Ahí defendemos la vida y la familia.

Estaba leyendo en Instagram un post que daba tips para des estresarse y aunque había algunos que pensaba que tenían mucha razón, había uno que llamó mucho mi atención y decía: “Para tener una vida feliz, no hagas los problemas de los demás los tuyos.” En lo personal me pareció una completa mentira porque para empezar ¿Por qué estarían posteando ellos esto si no les preocuparan o supieran los problemas de la felicidad de los demás? Luego que para ser una empresa todo empieza identificando una necesidad del consumidor e intentar satisfacerla, es decir nos preocupamos. Por último, esto es lo que menos necesita nuestra sociedad y la vida humana, indiferencia. Y es un “quitar estrés” cubierto de un “no me importa” que aparenta felicidad y un estar bien. Con esto no quiero llegar a decir que vamos a solucionar TODOS los problemas de TODO el mundo, pero sí hacer más feliz a los demás, comenzando con nuestro alrededor. A fin de cuentas para esto luchamos en esta hermosa batalla de la vida y la familia, para hacer verdaderamente felices a los demás. Y para hacer felices a los demás tenemos que ser felices nosotros, pero no lo vamos a hacer hasta que no nos preocupemos por los demás, es una cadena. Como siempre lo hemos escuchado el ser humano es social por naturaleza.

Así vamos sumando cada uno de nosotros hasta hacer algo más grande que acapare a Guatemala. Una batalla del amor, en donde nos sabemos apoyados todos por todos.

Que no nos enfrasquemos en un objetivo que no tendría sentido si no nos vamos transformando en el camino, en el trato en la familia, en el trato con los amigos e inclusive con desconocidos y personas que no nos caigan tan bien. Es un momento para reflexionar y actuar sin miedo. Actuemos como ProVida.

Agradezco a AFI el espacio y felicitarles por los cambios que están haciendo. Todos están invitados a escribir. Esto es algo pequeño que puede empezar ondas de cambio fuertes.


Pilar Fernández  cree en hacer fácil y amable el camino de los demás. Estudia Administración de Empresas en la Universidad del Istmo y es columnista de Blog AFI.

 

 


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