Entrevista AFI: «La vida no se interrumpe, sigue o se acaba»

A propósito de la celebración del Día mundial del Niño por Nacer, cada 25 de marzo, conversamos con Gaby de Tefel, directora de la Asociación Sí a la Vida Guatemala, sobre los retos que enfrentan como movimiento actualmente, las vidas que han salvado, la polémica entre lo que es moral e inmoral y, como no podía ser de otra manera, lo orgullosos que debemos estar por ser uno de los últimos bastiones ProVida del mundo.

Por Ana Isabel Villela

¿Cómo llegaste a Sí a la Vida?

Siempre tuve la inquietud, sabía de la labor que hacían, así que cuando conocí a Alexandra (Sol de Skinner Klée) le pregunté de inmediato si podía ayudarla en algo. Ella me invitó a acompañarla a una entrevista con una jovencita embarazada, pero me conmoví tanto que no pude dejar de llorar durante la reunión, y claro, le dije a Ale que el voluntariado no era para mí. Ella me contestó que era bueno que la joven hubiera visto esa empatía, la compasión…

Al mismo tiempo, la asociación estaba inaugurando un hogar temporal para mujeres que habían dicho sí a la vida, pero aún tenían miedo de decírselo a sus familias. Se les daba hospedaje, comida, chequeos médicos, medicinas, prenatales. Ale me propuso quedarme a cargo del hogar y acepté. ¡Suena a mucha responsabilidad! Yo estaba feliz. Por supuesto que significa una responsabilidad enorme velar por estas madres, pero ver los milagros que se van obrando lo compensa.

En ese momento, teníamos a una encargada que vivía ahí, era como la mamá de las demás, se respiraba un ambiente de paz, creo que era como una casa de retiro para estas jóvenes. La casa, eso sí, estaba deteriorada, era vieja, vieja, por lo que entre las voluntarias nos organizamos para ponerla decente, fue muy bonito ese inicio.

¿Hay alguna anécdota de esos años que recuerdes con especial cariño?

Muchas, éramos como una familia. Si tengo que elegir uno, me quedo con el de una joven de unos 20 años que literalmente estaba sola en el mundo. Todas, cuando hablan con nosotras, nos dicen que están solas, pero siempre aparece por ahí algún pariente. Ella, en cambio, estaba sola de verdad. Los papás los habían abandonado a ella y sus hermanos, y de niños anduvieron del tingo al tango con parientes; después se quedaron solos, y después se fue cada uno por su lado. Trabajaba en el campo cuando salió embarazada, nos contactó e ingresó al hogar. Parecía que no sabía nada. Poco a poco, le fuimos enseñando lo básico para que cuando tuviera a su bebé pudiera cuidarlo. Sin embargo, dijo que lo daría en adopción y a nosotras nos pareció la mejor decisión.

Pero, cuando tuvo al bebé no pudo desprenderse de él, y nos dijo: «Ayúdenme, por favor, ayúdenme, yo quiero ser mamá´». Nos pusimos a buscar a la tía que la cuidó de niña, la encontramos y ella los recibió en su casa.

Con la mayoría de las madres mantenemos el contacto hasta después del parto, debemos cortar el cordón umbilical con ellas para que salgan adelante, no podemos hacerlas dependientes de nosotras.

Gabriela de Tefel, directora de Sí a la Vida Guatemala.

¿Y cómo llegas entonces a dirigir Sí a la Vida?

Hace unos seis años, Ale decidió dejar Sí a la vida para involucrarse más en AFI (Asociación La Familia Importa), que, al estar empezando, necesitaba más atención, por lo que me habló para pedirme que me quedara a cargo. Lo primero que hice fue capacitarme, tuve que darle vuelta al corazón, hacerme valiente para recibir los casos.

¿Cuál es la misión principal de la asociación?

La defensa de la vida del no nacido a través del acompañamiento a sus mamás. Las ayudamos para que puedan ganarse la vida, les mostramos que un hijo no es el fin del mundo, sino todo lo contrario. Intentamos empoderarlas en un sentido positivo para que vean que es posible salir adelante con un bebé.

¿Cuáles son las razones por las que una mujer busca un aborto?

Pues claro que hay pobreza, falta de trabajo, soledad… pero te diría que todo se reduce a miedo, miedo al futuro, al qué dirán, a los papás. La pobreza no es el peor de los impedimentos, es el miedo. La gente más pobre no busca el aborto, lo busca la de un estrato social un poco más alto que ha oído que un bebé te arruina la vida, que no te deja seguir estudiando o trabajando, que no podrás realizarte como mujer. Es más, el hogar cerró en 2021 porque vimos que la gran mayoría de las familias acoge a las jóvenes y a sus bebés, lo importante es dar el paso de contarles lo que está pasando.

La palabra clave detrás del aborto es miedo. No es pobreza ni falta de oportunidades lo que lleva a la mayoría a contemplar la posibilidad, sino el miedo al futuro, al que dirán, a los padres. Por eso el mensaje dentro de la familia debe ser claro: ser madre soltera trae dificultades, no es lo ideal, pero si te pasa, te apoyaremos.

Gabriela de Tefel, directora de Sí a la Vida Guatemala.

¿Cuál es el perfil de la mujer que acude a ustedes?

Ha ido variando con el tiempo. Como te decía, la gente más sencilla no busca el aborto, lo buscan jóvenes con un poco más de educación y de posibilidades. Entre más estudiada sea la persona, más dispuesta está a abortar y nos cuesta más a nosotras hacerle ver que esa vida ya está aquí, que no hay vuelta atrás y que un aborto trae consecuencias físicas, emocionales y espirituales para ella. Cuesta mucho que cambien de opinión, las series, las películas, los discursos de los artistas y hasta los gobiernos han hecho su trabajo.

¿Saben cuántas vidas han salvado?

Hemos rescatado 2,389 vidas desde 2006.

¿Muchas mamás, después de decir sí a la vida, dan a sus bebés en adopción?

La adopción es el tiro que, por lo general, lanzamos nosotros para salvar vidas, pero al final, casi todas deciden quedárselos en cuanto ven a sus bebés. De 2008 a la fecha no se han dado en adopción más de 4 o 5 niños.

El Día mundial del niño por nacer se celebra cada 25 de marzo. ¿Cuándo y por qué se instituyó la fiesta?

Se comenzó a celebrar en El Salvador en 1993 y en Guatemala en 1999. Tener un día al año que celebre la vida del no nacido es espectacular porque nos da la oportunidad de hacer conciencia de que en el vientre y desde el día uno, hay una vida. Nos quieren hacer creer que no, nos dicen que el bebé no siente, y, sin embargo, hay videos que demuestran cómo se retrae, como intenta defenderse cuando quieren matarlo.

¡Menos mal Guate es ProVida, Capital Iberoamericana ProVida, para ser exactos!

Es un orgullo para Guatemala y un ejemplo para Iberoamérica. Es un blindaje más para nuestra Constitución, en la que se defiende la vida desde la fecundación, sobre todo con la presión que hacen entidades como la ONU, que condicionan la ayuda a la puesta en marcha de la agenda abortista. Somos de los pocos bastiones ProVida que quedan en el mundo.

¿Has visto que Naciones Unidas dice ahora que el aborto es una herramienta para frenar el cambio climático?

Es increíble, pero es increíble todo, como que en varios estados de Estados Unidos se pueda abortar unos minutos antes del parto o que en Nueva York pueda hacerse incluso después. Se puede matar, legalmente, a un recién nacido. Un bebé en el vientre no es un cúmulo de células, es un niño. Los abortistas están usando palabras que engañan, hablan de «interrumpir» un embarazo, pero eso es imposible. Interrumpes la electricidad porque apagas el switch y después la vuelves a encender. La vida no se puede interrumpir, sigue o se acaba.

¿Cómo se logra que la gente se de cuenta de esta agenda promuerte?

Hablando con la verdad. Esto, como dirían los jóvenes, es bilogía 101, es ciencia. Los padres de familia tenemos que hablar con nuestros hijos, siempre con razones acordes a su edad, pero sin negociar con lo que es innegable. Nuestros jóvenes están siendo bombardeados con información falsa, nos toca decirles que no hay derecho a quitarle la vida a una personita indefensa. Esas vidas en el vientre ya están, no importan las condiciones en que fueron concebidos, ya están en el mundo.

El aborto, además, es cruel….Es un asesinato en forma de tortura. Si se practica en los dos primeros meses es con una pastilla que hace que el cuerpo expulse al bebé, le llaman aborto químico. Después, o se quema al bebé con un líquido que se introduce en el vientre o se va desmembrando, se va sacando pieza por pieza de su cuerpecito, aunque cuando llegan a la cabeza, como no pasa, la trituran por dentro y luego la sacan. Los que llevan a cabo estos abortos se consideran responsables si después de todo vuelven a armar al bebé fuera del vientre para asegurarse de que no quedó ningún miembro dentro de la mamá. Las jóvenes que se enteran de cómo se llevan a cabo estos procedimientos espantosos se deciden por dejar vivir a sus hijos, incluso en casos de violación, que de alguna manera terminan siendo más fáciles.

¿Qué papel juega el hombre en todo esto?

Varía mucho. A veces no está en la escena, a veces es quien quiere el aborto y a veces es el que dice que no. Cuando vienen en pareja, primero conversamos con la mujer para saber en qué están y a partir de ahí, armamos la estrategia.

Los padres debemos hablar a nuestros hijos con la verdad, decirles que la vida es vida desde el primer momento, y que la vida no se puede interrumpir, o sigue o se acaba.

Gabriela de Tefel, directora de Sí a la Vida Guatemala.

¿Cómo podemos apoyar a Sí a la Vida?

De varias maneras: apadrinando a una mamá, donando ropa, víveres o insumos para quienes quieren empezar algún emprendimiento. También dándoles trabajo. Hoy en día, si alguna necesita hospedaje, nosotras arreglamos con una entidad para que las reciba, pero debemos pagar sus gastos; también les ayudamos con el costo de cursos cortos… Muchas de estas mujeres quieren hacer algo relacionado a la cocina, les encanta, así que nos vienen bien donaciones de licuadoras, comales, ollas y demás.

¿Y realmente logran salir adelante?

Antes de pandemia, recibí el caso de una prostituta que estaba embarazada de su segundo hijo y sentía que con dos no podría seguir trabajando. Gracias a Dios, rapidísimo se conmovió con lo que le explicamos sobre el aborto y dijo sí a la vida, pero pensando en la adopción. Cuando nació la bebé, fue otra niña. Nos dijo: «No quiero seguir en esa vida, tengo dos mujercitas, quiero cambiar, ayúdenme´». Nos dijo que le encantaba la cocina, así que le dimos 3 pacas de ropa para que las vendiera y empezara su negocio. Le fue de maravilla, tanto que nos pidió más y se las dimos a un costo simbólico de Q25, estaba sacando hasta Q800 por paca. Se compró su licuadora, una estufa industrial sencilla y ahora hace comida para la venta desde su casa. Y está tomando cursos en el Intecap. El que quiere puede.

Termino con pregunta obligada porque hay quien dice que esto es cuestión de religión y no de ciencia, ¿cuál es la realidad?

La agenda abortista dice que el niño por nacer no es un niño porque no puede sobrevivir sin su mamá, pero así se inicia la vida. Un niño recién nacido tampoco puede sobrevivir sin ayuda, ni uno de uno, ni uno de seis. Esto no tiene que ver con que seamos cristianos, aunque claro, defendemos la obra de Dios, tiene que ver con un ser inocente que ya existe. Es más, la edad más terrible del ser humano es la adolescencia, ¿creería alguien que es bueno que exista una ley que permita matar al adolescente que está fastidiando la vida de sus papás?

Los bebés no molestan, si hablamos de dinero (lo que más preocupa a los abortistas) durante los primeros dos años… Y un adolescente fue un niño no nacido. La vida es un sí o un no, es escoger entre el bien y el mal, y solo quien elige el bien puede ser feliz.


Para conocer más sobre Sí a la Vida, visita sus redes sociales como @sialavidagt.

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