El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el martes 13 de diciembre la “Ley de Respeto al Matrimonio”, una norma que protege el mal llamado «matrimonio homosexual» en todo el país. Según informa CNN, al firmar la ley durante un evento en la Casa Blanca, Biden mencionó que buscaba que las uniones de personas del mismo sexo se reconozcan legalmente.
Esto ocurre después de que la Cámara de Representantes aprobara la Ley de Respeto al Matrimonio por 258 votos a favor y 169 en contra, luego de haber sido respaldada por el Senado con una votación de 61-36 hace unas semanas. Posteriormente, el presidente debía firmarla para convertirla en ley, tal como sucedió.
Esta normativa establece que el gobierno federal reconoce la validez de las uniones de personas del mismo sexo, equiparándolas equivocadamente al matrimonio. Con esto, ningún estado podrá desconocer las uniones homosexuales realizadas en otros estados, aunque los ciudadanos se opongan a este tipo de equiparaciones.
No hay objeción de conciencia
Diversas agrupaciones de familias, activistas y líderes religiosos lamentaron la aprobación de esta ley, ya que no incluye indicaciones para el respeto a la libertad y objeción de conciencia de los ciudadanos, funcionarios y comunidades religiosas. Los peligros ya habían sido advertidos, uno de los más vocales fue el Arzobispo de Nueva York y presidente del Comité para la Libertad Religiosa, Cardenal Timothy Dolan, quien alertó en noviembre que esta ley era peligrosa para la familia, el matrimonio y el ejercicio de la libertad religiosa en el país.
De acuerdo con expertos en el tema de libertad de conciencia, este tipo de leyes son el inicio de leyes mordaza que permiten la persecución legal de cualquiera que se oponga a ellas.
«Hemos visto cómo en otros países se utilizan estas leyes para perseguir a quienes defienden la familia y el matrimonio en su concepción real: entre un hombre y una mujer. Además, traen de la mano la censura, la persecución ideológica e imposición de una dictadura de género a todo nivel», comentó la Asociación la Familia Importa.
Con motivo de la firma de la ley, la Casa Blanca se iluminó con los colores del arcoíris, colores utilizados por el lobby de género en medios de comunicación y activismo, dejando clara la línea antivida y antifamilia del actual gobierno estadounidense.
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