Hungría aprueba ley que rechaza el registro del “cambio de sexo” de transexuales en su documento de identidad

El Parlamento húngaro aprobó una ley que impide el avance de la ideología de género en el país.


Recientemente, el Parlamento de Hungría reafirmó su defensa de la vida y la familia al aprobar este martes 19 de mayo una ley que impide el avance de la ideología de género al rechazar el registro del “cambio de sexo” de personas transexuales en su documento de identidad.

La reforma legislativa basada en la ciencia del artículo 33 define de ahora en adelante al género como «el sexo biológico basado en el nacimiento y el genoma», poniendo así fin a la noción de «género autopercibido». 

Según la agencia Efe, esta norma afectaría a unas 30 mil personas en el país, aproximadamente el 0.03% por ciento de la población total. Esta establece que en los documentos oficiales debe registrarse el sexo biológico, determinado por los cromosomas, y que este dato no puede modificarse.

El diario inglés The Guardian informó que la ley fue aprobada por 134 votos a favor, 56 en contra y 4 abstenciones. La mayoría de votos favorables fueron del partido Fidesz, al que pertenece el primer ministro Viktor Orban. Se espera que la ley sea promulgada y ratificada por el presidente János Áder.

Varias organizaciones como ILGA-Europe y Transgender Europe habían pedido que se retirara el proyecto por considerar que «aumentará la discriminación y violencia contra los transexuales». También se pronunciaron en contra de la medida la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic; el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, partidos de la oposición en Hungría y Amnistía Internacional.

Por su parte, el Gobierno de Orbán asegura que los transexuales podrán vivir su vida y expresar su identidad tal como lo han hecho hasta ahora. El Gobierno húngaro se ha destacado desde hace algunos años por su lucha por la vida, la familia, y en contra de la ideología de género.

En 2018, Hungría decidió dejar de financiar y acreditar universidades para sus programas de maestría y doctorado en estudios de género porque esta disciplina “es una ideología y no una ciencia”, y porque la demanda laboral de los graduados era “cercana a cero”.

En junio del mismo año la ministra de Familia, Juventud y Asuntos Exteriores de Hungría, Katalin Novak, dio una conferencia en la Academia Juan Pablo II para la Vida y la Familia, en Roma, en la que explicó cómo las políticas profamilia del país habían mejorado la situación de las familias entre 2010 y 2017.

En comparación con 2010, en el 2017 hubo más nacimientos (91.600 frente a 90.335), más matrimonios (50.600 frente a 35.520) y un mayor porcentaje de empleo femenino (de 50,2% al 61,3%); y por otro lado, el número de abortos cayó (de 40.449 a 28.500), así como el número de divorcios (de 23.800 a 18.600).

Unos meses antes, la ministra afirmó que “tener hijos es el camino viable para sobrevivir como sociedad”. En ese sentido, en febrero de 2019, el primer ministro Orbán anunció que las mujeres con cuatro hijos o más estarán exentas de pagar el impuesto a la renta de por vida.

A pesar del fuerte repudio que esta ley generó por parte de organizaciones de la «diversidad sexual» y de derechos humanos, Hungría vuelve a posicionarse a nivel mundial como un referente en la defensa de la vida y la familia a nivel gubernamental y legislativo. Entre la obscuridad, la nación europea es un faro de luz en contra de la ideología de género.

* Publicado originalmente en ACI Prensa

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