Ideología o verdad: ¿qué están aprendiendo los niños de la televisión y los medios?

Con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, el próximo 28 de junio, muchas empresas de entretenimiento, incluyendo el infantil, han mostrado su “apoyo” y “simpatía” hacia este colectivo con acciones como colocar las banderas representativas de este movimiento en sus perfiles de redes sociales.

La famosa empresa de programas infantiles, Nickelodeon, ha llevado a la forma más extrema este “apoyo” confirmando que Bob Esponja, protagonista de una de las series más famosas de esta cadena, siente atracción por su mismo sexo, a pesar de que su creador, Stephen Hillenburg, quien falleció en 2018, afirmó en una entrevista realizada en el año 2005 a la agencia de noticias Reuters, que este personaje era asexual comentando lo siguiente:

“No tiene nada que ver con lo que nosotros estamos tratando de hacer, los considero (los personajes) casi asexuales. Estamos sólo tratando de ser entretenidos y esto no tiene nada que ver con el show». Y es que se trata de una esponja.

No es la primera vez que nos vemos expuestos a este tipo de mensajes, los cuales cada vez más son vistos como “normales” entre los jóvenes y que, poco a poco, han impactado también a la población infantil.

Otras cadenas de entretenimiento infantil también se han unido a apoyar a este movimiento. Un ejemplo es Disney Pixar, productora que ha creado un cortometraje «infantil» (“Out”) en donde el protagonista principal lucha internamente al revelarle a sus padres que siente atracción por un joven de su mismo sexo.

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Este tipo de acciones pretende normalizar este movimiento y los falsos derechos que el mismo exige, entre ellos, la imposición de la ideología de género, la cual trae consecuencias negativas para las familias y a la sociedad en general, ya que atentan contra su pilar: la familia.

La población más expuesta a estos programas son los niños. Ellos no pueden dimensionar ni reconocer estas consecuencias y es por esto que estas empresas utilizan los programas infantiles para transmitirlos. No es para sorprenderse, entonces, que los movimientos progresistas tengan tanta afinidad entre los jóvenes. ¿Qué podemos esperar de una juventud que ha crecido con este tipo de información al alcance de un control remoto y sin supervisión de sus padres desde pequeños?

Reflexionar sobre la importancia que tiene la familia en el control del tipo de información que nuestros jóvenes y niños están recibiendo es fundamental. Es deber de los padres o encargados proteger su inocencia e integridad estando más pendientes de lo que ven en la televisión o lo que hacen en Internet, especialmente en estos tiempos de confinamiento para proteger los valores y mentes de los niños, las víctimas más vulnerables ante este tipo de ideologías.

¿Cómo hacerlo? Los padres pueden implementar en casa desde ya reglas como estas:

  1. Establecer horarios para ver televisión y tener acceso a Internet.
  2. Nunca dejar de supervisar a los más pequeños mientras estén haciendo uso de estos aparatos electrónicos: ver los programas con ellos y reflexionar con ellos sobre los mismos.
  3. Controlar los canales de televisión haciendo uso de las herramientas de control parental de visualización y bloqueo de canales.
  4. Invertir el tiempo libre en una sana recreación: estimular su pensamiento con juegos en casa o al aire libre, explotar su creatividad al máximo por medio del arte, danza o juegos de teatro, cocinar en familia, etc.
  5. Compartir tiempo en familia: fomentar la comunicación, el diálogo y la escucha activa entre padres o encargados e hijos.

Gracias a mi experiencia con niños, nunca he sido una persona que fomente el uso de aparatos tecnológicos para entretenerlos. Me parece que son una forma fácil e instantánea que actualmente se utiliza para “evitar que molesten”. Pensar que desde pequeños están más expuestos a la imposición de ideologías que promueven la destrucción del matrimonio y, por ende, de la familia, es inaceptable.

Es por esto que tanto los padres de familia, hermanos mayores o encargados tienen la responsabilidad directa y primordial de enseñar y fomentar los verdaderos valores humanos en casa a los más pequeños y educarlos correctamente en estos temas para evitar que una televisión o en este caso, una esponja, sea quién les enseñe cómo vivir su propia sexualidad.


One Comment

  1. Alexandra Gaytan-
    26 junio, 2020 at 6:42 am

    Felicitaciones! Gran reflexión nos ha hecho hacer! Exposición que es una luz de alarma, ya en rojo, para los «adultos» con niños cerca. Y felicitaciones a AFI Guatemala abrir este espacio para que los jóvenes guatemaltecos, quienes en poco, estarán al frente de nuestra sociedad; pueden levantar la voz por la familia y la vida!!! – AFI Jóvenes-