Imágenes buenas, imágenes malas

«Bastan unos pocos toques en la pantalla de un celular o computadora para que un pequeño curioso encuentre un sinfín de pornografía degradante, adictiva y completamente GRATIS.»

​Por Mónica Marín 
Imágenes buenas, imágenes malas es un relato agradable, para leer en voz alta, acerca de una madre y un padre que enseñan a su hijo qué es la pornografía, por qué es peligrosa y cómo rechazarla. Empleando conocimientos científicos fáciles de comprender y analogías sencillas, este libro pionero capta la atención de los más pequeños para que protejan sus cerebros contra la pornografía. 
Bastan unos pocos toques en la pantalla de un celular o computadora para que un pequeño curioso encuentre un sinfín de pornografía degradante, adictiva y completamente GRATIS. Tristemente, muchos menores están viéndose expuestos a la pornografía sin tener la más mínima idea de que esta puede dañar sus mentes en desarrollo.

El Plan “PUEDO” de cinco puntos enseña a los niños a evitar las imágenes que afectan negativamente a su cerebro y minimizar los recuerdos perturbadores de la exposición accidental que suelen tentar a los niños a buscar más pornografía y los arrastran hacia una adicción siniestra y destructiva.

A fin de mantenerse a salvo en la era digital, los más jóvenes deben instalar un filtro interno en su propio cerebro y aprender a distinguir entre entre lo que está bien o mal y evitar todo aquello que saben hace daño. Imágenes buenas, imágenes malas les enseña a conseguirlo. Los padres apreciarán este valioso recurso para criar unos hijos «a prueba de pornografía» porque hace que una conversación complicada sea fácil y potenciadora. ¿Y cómo? Enseñando a los menores conceptos sencillos sobre el cerebro y el proceso de la adicción, además de proporcionarles una estrategia concreta para mantenerlos a salvo del veneno de la pornografía.

Este proyecto que nace  de la organización “Protect Young Minds” (Protegiendo la mente de los pequeños) cuya misión es capacitar a los padres, profesionales y líderes comunitarios para proteger a los niños pequeños de la pornografía y promover la curación de cualquier explotación sexual. Sus tres objetivos consisten en:

  1. Preparar y prevenir: Hasta que la sociedad haga el internet seguro para los niños, los padres de familia deben ser proactivos en enseñar sobre lo que es la pornografía, por qué es peligrosa y como rechazarla. Protect Young Minds da las herramientas y guías a los padres de familia para lograrlo.
  2. Ayudar y sanar: Puede ser aterrador descubrir que los hijos han visto pornografía. ¿Cómo se debe responder? ¿Cómo ayudarlos a parar? Los padres pueden ayudar a sus hijos a sanar del uso de la pornografía. El proyecto “SMART” de protect Young minds es una programa que puede ayudar.
  3. Compartir y educar: ¿Estás emocionado de compartir el mensaje de que los niños pueden aprender a rechazar la pornografía? Las personas brindan el entusiasmo y Protect Young Minds proporcionan las herramientas para ayudar a educar a la comunidad, amigos y familia.

Para adquirir el libro “Imágenes buenas imágenes malas” puede ingresar aquí
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