¿Por qué una educación en la afectividad?

Dentro de la gama de retos que como padres de familia encontramos se encuentra el poder proporcionar a los hijos una correcta y certera formación en cuanto a la sexualidad.


Hoy en día, existen varias amenazas como la alarmante distorsión y mala información que los hijos están recibiendo por parte de los medios de comunicación social y medios tecnológicos, por ello, les es difícil comprender la dimensión pura y trascendental de la sexualidad y de la vida.

Otra amenaza es la falta de recursos que nos formen y animen a platicar con los hijos de este tema. Un principio que debemos tener presente es el de transmitir la sexualidad con una dimensión familiar de educar para el amor, para la vida; considerando que la sexualidad no es algo puramente biológico, sino un componente de la persona; es una expresión de amor puro que trasciende.

Ya no podemos delegar esta función a otros entes educadores. Nos toca a nosotros transmitir una educación de la afectividad sana encaminada a proveerle a los hijos una correcta formación de este tema con mucha racionalidad y naturalidad.

Al referirme a la educación para el amor hago énfasis en los afectos, ya que la afectividad es el componente que acompaña el ejercicio de la sexualidad. De allí depende el crecimiento en la madurez, poniendo en práctica las virtudes de templanza, libertad, fortaleza, prudencia, pureza.

Un afecto es una pasión, una inclinación a alguien o a algo que sale de nosotros y se exterioriza, por ello es clave
educar los afectos. El qué, cuándo y cómo es el reto actual. Para ello, es necesario saber que en temas de afectividad, debemos hablar y actuar cuanto antes mejor.

Por eso recomiendo aprovechar los acontecimientos de la vida diaria para hablar del tema, buscar un espacio apropiado para hablar personalmente con los hijos y adelantarnos a dar esta información a los hijos antes de que sea el Internet o los amigos los que proporcionen una información distorsionada.

Algo que nos puede ayudar mucho es buscar información correcta que nos proporcione herramientas en cuanto a lo biológico, afectivo, social y trascendental. Debemos hablar de este tema con mucha naturalidad transmitiendo mucho afecto y no como una llamada de atención.

Puntos concretos:

  • La sexualidad es un elemento básico de la persona humana.
  • Debemos fomentar la educación de los afectos (más en la adolescencia).
  • Debemos hablar con los hijos de este tema con mucha naturalidad (quien habla con el hijo de afectividad puede después hablar con él de cualquier otro tema, porque ha creado un lazo muy fuerte de confianza y estima).
  • La sociedad en la crecimos no es la misma en la que crecen las nuevas generaciones (la inmediatez de la desinformación es una amenaza).
  • La tecnología ha invadido el ámbito familiar.
  • La precocidad producida por los medios tecnológicos puede dificultar que los hijos comprendan la sexualidad en sus dimensiones.

Las opiniones expresadas en este blog son propiedad del autor.

Comments are closed.