¿Cómo ves a los niños? ¿Qué es un niño para ti? Antes de entrar de lleno al tema, quiero apelar a la economía del lenguaje. Para no extenderme, usaré el término “niño” para referirme a hombres y mujeres, con el permiso de la Real Academia Española, que indica que estos desdoblamientos pueden omitirse. Ahora, les comento. Durante diferentes conversaciones
Cuando era niña, una de las mayores interrogantes que tenía era: ¿Cómo los adultos pueden tener dinero y no ir a gastarlo todo a la tienda? Pensaba: “Cuando sea grande, tendré un hermoso monedero y me iré a la tienda, lo voltearé en el mostrador y compraré todo, todo cuanto quiera y no me quedaré con deseo de ni un
Conforme crecemos vamos teniendo una imagen de nuestros padres. Aclaro que en este escrito dejaré totalmente fuera cualquier paternidad ausente o irresponsable, incluso abusiva. Hoy solo quiero honrar a los padres imperfectamente amorosos de sus hijos. De pequeños, son como héroes, altos, fuertes, lo saben todo. En la adolescencia, parecen menos sabios, ¡ah! pareciera que mucho de su trabajo es
Érase una vez, en un lejano lugar, los emperadores del área en común acuerdo con los comunitarios, pensaron en fortalecerse, en caso de guerra, de desastres naturales, de hambruna, de toda calamidad pensada. Así que fortalecieron a su ejercito, centros encargados de la salud, entes de educación y así con cada instancia de la localidad. O al menos eso creyeron.
“El investigador neurocientífico John Cacioppo de la Universidad de Chicago ha estado estudiando la soledad durante más de 20 años. Define la soledad como – la percepción de un aislamiento social-. Experimentamos la soledad cuando nos sentimos desconectados” (1). Que belleza de aclaración, ¿cierto? Y dada la coyuntura actual, se comprende mejor. Fui a mis recuerdos y haciendo memoria, cuando
Sin entrar en el debate de trabajar fuera o dentro de casa, si hombres o mujeres quisiera hacerme un tanto al costado y mencionar que durante estas casi dos semanas de “asislamiento social” que se han vivido en Guatemala, al igual que en decenas de países debido al famoso COVID-19, he visto tanta información que hasta me siento “desinformada”. Se
“Las parejas que se casaron en 1970 tenían el 50% de probabilidades de separarse o seguir unidas. Y para las parejas casadas en 1990, las posibilidades de que su matrimonio acabaría en divorcio estaban cerca de un asombroso 67%. Si el cálculo se mantiene, solo 3 de cada 10 matrimonios recientes pueden contar con que seguirán unidos a su nueva pareja
Generalmente, me encantan las estadísticas y las fuentes bibliográficas que enriquecen un escrito, pero esta vez no. Esta vez, quiero compartir algo que estoy aprendiendo desde mi corazón. Cuando era pequeña, crecí con gatos. No recuerdo un momento sin gatos y ame a cada uno, pero hubo uno en especial que, por razones extrañas, ya no siguió conmigo. Como era
Hace un poco más de un año encontré un material en el que me inspiré para el presente escrito, y es que son de aquellos escritos que cuando nos leemos, los ojos se ensanchan, la sonrisa se va dibujando y quisiéramos que todo mundo lo leyera, se apropiada y lo disfrutara tanto. Lo encontré en una revista digital de Psicología.
¿Me acompaña? Tengo el reto de hacer esta lectura interactiva. Es bien sencillo, voy a describir una serie de enunciados que imaginaremos son una realidad para el 2020. ¡Vamos! Guatemala en el 2020 genera un ambiente familiar, comunitario y social favorable al desarrollo infantil temprano, que contribuya a que los niños y niñas desplieguen al máximo sus potencialidades. En el